Un día como hoy, pero hace 16 años, el mundo quedaba paralizado ante la noticia de que dos aviones colisionaron contra cada una de las torres gemelas del World Trade Center. Producto del impacto, los inmensos rascacielos de Nueva York terminaron cediendo y se derrumbaron. El saldo final de fallecidos fue de 2.823 personas y a los que se sumaron más de 6.000 personas heridas.
Al Qaeda se hizo responsable del acto terrorista, lo que inició una larga guerra del país norteamericano en Medio Oriente. Aquel 11 de septiembre, las torres gemelas no fueron el único objetivo de los terroristas. Ese día cuatro aviones de pasajeros fueron secuestrados, dos de ellos impactaron contra las torres, el otro arremetió contra la fachada del Pentágono y el último no logró llegar a su objetivo, el Congreso de los Estados Unidos, porque los pasajeros y tripulantes a bordo, en un acto heroico, le quitaron el control del avión a los atacantes y terminaron estrellando en un campo de Shanksville. Aquel hecho es recordado hasta el día de hoy como el famoso vuelo 93.
Este lunes, como todos los años, los familiares de víctimas y rescatistas fallecidos, se reunirán en el lugar donde alguna vez estuvieron las torres. Sitio en el que por las noches ahora brillan dos haces de luz que van hasta el cielo en lugar que estaba ubicado cada rascacielo. Allí, en el World Trade Center, se hará un minuto de silencio, se leerá el nombre de todos los fallecidos y se los homenajeará con flores y el sonido de campanas. Será el primer acto en el que estará presente el presidente Donald Trump. Por su parte, el vicepresidente, Mike Spence, se dirigirá a Shanksville para dirigir el homenaje a las víctimas del vuelo 93.