Por Luciano Colangelo
«No se aprecia el valor del agua hasta que se seca el pozo», dice un proverbio inglés que nos invita a reflexionar sobre el ahorro y cuidado de la misma.
Es importante trabajar desde espacios como la familia, la escuela, los barrios y los medios de comunicación para cambiar la cultura sobre el uso , y el mal uso, del agua dulce. El objetivo es tener conciencia sobre su cuidado y defender las diferentes gestiones que se realizan para cuidar dicho recurso.
En 1992, en Río de Janeiro, durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) se recomendó la creación de un día en especial para esta valiosa sustancia líquida por el hecho de alertar sobre los peligros que conllevan derrocharla. Entonces, la Asamblea General de las Naciones Unidos no hizo caso omiso y el 22 de marzo de 1993 fue el primer Día Mundial del Agua.
La resolución escrita consiste en declarar que en general no se aprecia cuanto mejora la productividad y el bienestar social si se aprovecharán bien los recursos del agua pese a que todas las actividades sociales y económicas dependen mucho del abastecimiento del agua dulce y de su calidad. Segundo, soslaya que frente al aumento de la población y la actividad económica muchos países están llegando a situaciones de escasez de agua. Tercero, expone que se necesita una conciencia local, nacional, regional e internacional para hacerle frente al problema. Por último, se invita a los Estados, según corresponda en su contexto nacional, a difundir material y organizar entrevistas, conferencias, seminarios, exposiciones y mesas sobre el aprovechamiento del agua para lograr la sensibilización, la conciencia y el compromiso del público.
Según la organización Greenpeace: «La superficie de agua sobre el planeta supera abundantemente a la continental y más del 70% corresponde a mares y océanos, pero esta abundancia es relativa. El 97,5% del total existente en el planeta es agua salada, mientras que solo el 2,5% restante es agua dulce.
Del porcentaje total de agua dulce casi el 79% se encuentra en forma de hielo permanente en los hielos polares y glaciares, por lo tanto no está disponible para su uso. Del agua dulce en estado líquido, el 20% se encuentra en acuíferos de difícil acceso por el nivel de profundidad en el que se hallan (algunos casos superan los 2.000 metros bajo el nivel del mar). Sólo el 1% restante es agua dulce superficial de fácil acceso. Esto representa el 0,025% del agua del planeta».
De este modo, es una oportunidad para aprender más sobre temas relacionados con el agua, para ver los problemas que conlleva su derroche, para tomar conciencia y compromiso y también para tomar medidas concretas tanto desde una casa particular como desde un Estado.