El fin de semana la preocupación se instaló en el círculo íntimo y político de Alberto Fernández a raíz de su estado de salud. Según declaró el propio candidato a presidente del kirchnerismo, ingresó en el Sanatorio Otamendi de Buenos Aires por una tos persistente. En las últimas horas, se conoció que el dirigente peronista padece una inflamación pleural y seguirá internado, al menos, hasta el miércoles o jueves.
De acuerdo a lo consignado por el diario Clarín, Fernández llegó a la clínica con un fuerte dolor en la garganta- además de la intensa tos- y en una pierna sumado a una presión en la espalda y dificultad para respirar. Por eso, los médicos le realizaron diversos estudios, entre ellos, análisis de sangre y orina, electrocardiogramas, eco doppler y ecografías.
El compañero de fórmula de Cristina Kirchner decidió internarse el lunes por la noche dado que padecía una fuerte tos desde hace quince días que se había intensificado el fin de semana. Inicialmente, había circulado la versión de que padecía culebrilla, un rumor que se encargó de desmentir en su cuenta de Twitter.
También a través de las redes sociales Fernández difundió el último parte médico emitido por el sanatorio. «Luego de realizar varios estudios diagnósticos se detectó una inflamación pleural que podría corresponder a una obstrucción arterial subsegmentaria», reza el texto firmado por la directora de la dependencia de salud.
A quienes se preocuparon francamente por mi salud, les dejo mi gratitud y el parte médico del Sanatorio Otamendi que seguramente los tranquilizará.
Vuelvo a trabajar con mi salud a pleno y mis ganas multiplicadas.
¡¡¡Gracias a todos!!! pic.twitter.com/1ExzFzIuf4
— Alberto Fernández (@alferdez) June 5, 2019