El miércoles la sensación térmica llegó a 37º C y convirtió a la ciudad en un verdadero horno, en pleno otoño. El calor se mantuvo hasta la noche y en la madrugada comenzó a descender rápidamente la temperatura. El jueves amaneció con cielo nublado y ráfagas fuertes. Hay alerta por vientos y tormentas durante esta mañana.
El Servicio Meteorológico Nacional informa que cielo luce cubierto de nubes y la humedad es del 59 por ciento. Los vientos corren en dirección sur a 40 km/h. Para la tarde, la nubosidad irá disminuyendo y habrá vientos regulares a moderados del sudeste.
Este viernes y sábado la entidad vaticina que se irá la inestabilidad climática. Ambos días se presentan con jornadas agradables, con ausencia de calor intenso y precipitaciones y una máxima que no superará los 22 grados.