Luego de 26 días de búsqueda, el avión que había desaparecido el último 24 de julio fue encontrado en el río Paraná Guazú, sumergido en un pantano, junto con restos humanos en su interior, según indicó Juan Irigoin, titular de la Asociación Nacional de Aviación Civil (ANAC).
“Todo indica que no va a haber sobrevivientes”, lamentó Irigoin respecto del hallazgo y agregó: “Entiendo que así es. Este hecho está a cargo del juzgado número 2 de la doctora Sandra Arroyo Salgado. Hoy se va a seguir trabajando con el equipo de antropología forense que va a estar presente en el lugar, pero eso corre por cuenta del juzgado”.
“Quiero ser muy prudente con esto, por respeto a las familias, pero según las características del accidente todo indica que no va a haber sobrevivientes”, agregó Irigoin.
El titular de la ANAC afirmó que trabajaron junto a un especialista de España, quien barajó la hipótesis del río, utilizado un tipo de tecnología que en Argentina no existe, aunque afirmó que fue un avión de la ANAC el que estuvo sobrevolando desde el comienzo, todos los días para encontrar la nave perdida.
“Uno de ellos encontró desde el aire una mancha blanca, y cuando se acercaron todo indicaba que podía ser. Ahí salió un helicóptero de Prefectura que confirmó que eran restos de un avión y poco más tarde se confirmó que era el avión Mitsubishi”, explicó.
El Mitsubishi LV-MCV en el que viajaban el piloto, Matías Ronzano, el copiloto, Emanuel Vega, y el hijo del dueño del avión, Matías Aristi, fue encontrado el sábado pasado, cerca de las 18 horas, a 40 kilómetros de Zárate.