Un avión de la empresa holandesa Transavia Airlines efectuaba un vuelo desde Amsterdam hacia Gran Canaria cuando tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia. La parada no fue por una falla técnica, sino que fue por el insoportable olor corporal de un pasajero. El aterrizaje se realizó en Faro, Portugal.
Según explicaron desde la aerolínea, el fuerte olor del hombre hizo que los pasajeros vomitaran y hasta empezaran a desmayarse. Los pasajeros explicaron que el hombre tenía tan mal olor que parecía que no se había bañado en semanas.
La tripulación a bordo intentó separar al hombre, dejándolo en un baño del avión, pero los pilotos se vieron obligados a desviar el vuelo por “razones médicas”, según explicó el vocero de la empresa.