La Justicia argentina afirma haber probado «prima facie» que el fiscal Alberto Nisman fue asesinado de un disparo en la cabeza como consecuencia de su denuncia por encubrimiento del atentado a la AMIA pero, a casi cuatro años de aquel día, no pudo determinar quién fue su victimario ni el o los culpables detrás de aquel hecho.
Actualmente, bajo la responsabilidad del juez federal Julián Ercolini y el fiscal Eduardo Taiano, la causa que investiga la muerte del fiscal ha pasado por distintos jueces y fueros e incluso informes, uno del Cuerpo Médico Forense, que dijo que no se podía constatar la presencia de terceras personas en el baño, y otro de Gendarmería Nacional sostuvo que fue un homicidio.
Con todo esto, en el último movimiento de la causa, la Cámara Federal porteña apuntó que la muerte de Nisman se trató de un asesinato.
«Se encuentra prima facie acreditado que Natalio Alberto Nisman fue asesinado y que dicho suceso fue directa consecuencia de la denuncia que formulara el 14 de enero de 2015 como titular de la Unidad Fiscal de Investigación del atentado terrorista perpetrado contra la sede de la AMIA», sostuvo el camarista Martín Irurzun quien, junto con Leopoldo Bruglia, se pronunció el pasado 1° de junio sobre la investigación de la causa.
Según los integrantes de la Sala II del tribunal de apelaciones porteño, el asesinato se vinculó a la denuncia que había hecho poco antes a la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y parte de su gabinete, por supuesto encubrimiento del ataque a la AMIA a raíz de la firma del Memorándum con Irán, que preveía revisar la investigación de la justicia argentina sobre el atentado perpetrado en 1994 y que dejó 85 muertos.
«A partir de la prueba reunida, su concreción resultó posible a partir del despliegue de una correlativa logística que debió contar necesariamente con la cohesión de diversas voluntades orientadas a la concreción con éxito del plan urdido», remarcó Irurzun en su fallo.
Aunque ni Ercolini ni Bruglia mencionaron en su fallo a la ex presidenta o a alguno de los ex integrantes de su gabinete implicados en la denuncia de Nisman, sí valoraron que apareciera muerto pocas horas antes de presentarse en el Congreso para brindar detalles sobre su denuncia.
«Al menos una persona pudo entrar a su departamento, asesinarlo y dejar el lugar -favorecido por diversas y selectivas disfuncionalidades de los mecanismos de filmación- sin que se encendiera la más mínima alerta hasta su tardío -y ensombrecido- hallazgo», remarcaron los camaristas.
Sin embargo, al igual que el dictamen de Taiano y el fallo de Ercolini, la Cámara no se pronunció sobre quién o quienes habrían asesinado a Nisman y cómo habían salido de su casa sin dejar ni unan sola huella.
Nisman apareció muerto en el baño de su casa de Puerto Madero el 18 de enero de 2015 con un balazo en la cabeza que había salido del arma a nombre del técnico en informática y asistente de Nisman, Diego Lagomarsino.
Por la causa están hoy procesados los custodios de Nisman, acusados de haber cometido incumplimiento de sus deberes al no haber evitado la muerte del fiscal, y Lagomarsino, como «partícipe necesario» del homicidio bajo la sospecha de haber aportado el «arma amiga» con la que se mató al fiscal.