Comer bien en Rosario: 4 joyas culinarias para disfrutar en nuestra ciudad
La ciudad del Monumento a la Bandera no solo destaca por su historia y paisajes junto al Paraná, sino también por una oferta culinaria que sorprende tanto a locales como a visitantes.
Para quienes buscan conocer la esencia gastronómica de Rosario, existe una variedad de opciones que van desde lo tradicional hasta lo sofisticado. La ciudad del Monumento a la Bandera no solo destaca por su historia y paisajes junto al Paraná, sino también por una oferta culinaria que sorprende tanto a locales como a visitantes.
Muchos rosarinos aprovechan estos espacios para sus celebraciones especiales, pero bien se sabe que Rosario es una ciudad que recibe mucho turismo, tanto de otras partes de Argentina como de países aledaños. Si tenés ganas de conocer nuestra hermosa ciudad, se pueden encontrar múltiples pasajes a Rosario desde cualquier rincón del país y venir a conocerla y (¿por qué no?) comer muy rico. Acá brindamos sólo algunas de las mejores opciones para comer en Rosario. Bon appétit!
Sunderland Bar: historia viva frente al Paraná
Fundado en 1931 frente al puerto de Rosario, el Sunderland Bar conserva en sus paredes el encanto bohemio de "la Chicago argentina". Cruzar sus puertas de madera maciza es ingresar a un verdadero túnel del tiempo, donde la historia portuaria y cultural de la ciudad cobra vida.

Fuente: Tripadvisor
Los hermanos españoles Severino y José María, llegados en el barco que daría nombre al establecimiento, transformaron lo que comenzó como almacén y casa de cambio en un emblema gastronómico. Hoy, administrado por Lorena Tedeschi y su tío Claudio, el lugar mantiene su estructura original, con sus manteles cuadrillé rojo y blanco y sus pisos que han sido testigos de incontables anécdotas.
Entre sus especialidades destacan el pacú y la boga a la parrilla, junto con pastas caseras y los afamados raviolones de salmón. El jazz de fondo y la atención personalizada completan una experiencia que trasciende lo meramente gastronómico para convertirse en un viaje sensorial.
El Sunderland ha recibido a figuras como Fito Páez, Ricardo Arjona, Joan Manuel Serrat y el querido Roberto Fontanarrosa, quien dejó ilustraciones que aún permanecen enmarcadas en sus paredes de ladrillo.
Bar El Cairo: la mesa de los galanes
Inaugurado en 1943 en la esquina de Santa Fe y Sarmiento, El Cairo se ha convertido en referencia obligada para cualquier visitante. Inmortalizado por Roberto Fontanarrosa en su libro "La mesa de los galanes", este espacio logró renacer tras un voraz incendio en 2004 que puso en peligro su existencia.

Lo que comenzó como un típico café con mesas de billar donde los hombres se reunían para hablar de fútbol, política y mujeres, se transformó en los años 70 en punto de encuentro para jóvenes intelectuales. Entre sus visitantes ilustres se recuerda especialmente a Joan Manuel Serrat, quien fuera acompañado por el propio Fontanarrosa.
Actualmente cuenta con más de 250 cubiertos distribuidos en múltiples espacios que incluyen living, barra de encuentros y hasta un escenario donde cada lunes se presentan artistas locales, nacionales e internacionales. Su biblioteca y su decoración alusiva a personajes emblemáticos de la ciudad completan una atmósfera netamente rosarina.
Aunque algunos comensales señalan que puede volverse ruidoso en horas pico, la mayoría coincide en que visitarlo es vivir un pedazo de la historia cultural de la ciudad.
Chicharra Asador a las Brasas: el legado del barrio Pichincha
En Pueyrredon 1 encontramos esta parrilla que rinde homenaje al apodo de un legendario parrillero responsable de los asados que se degustaban en "la Carmelita", mítico establecimiento del barrio arrabalero de Pichincha entre 1918 y 1934.

Chicharra se ha posicionado como referente en carnes a la parrilla, con un servicio que destaca por su calidez y profesionalismo. Frecuentado tanto por familias locales como por turistas, el restaurante combina la tradición asadera argentina con un ambiente cálido y acogedor.
Los comensales destacan especialmente la calidad de sus cortes, la excelente bodega y postres que merecen un lugar especial en la experiencia. El personal, siempre dispuesto a asesorar sobre las mejores opciones según el gusto de cada visitante, contribuye a crear experiencias memorables.
Para quienes no hablan español, varios de sus mozos dominan el inglés, facilitando la experiencia a visitantes extranjeros, aunque en momentos de alta demanda los tiempos de espera pueden extenderse ligeramente.
Excalibur: cocina internacional con sabor local
Ubicado en Dorrego 450, dentro del Holiday Inn Rosario, Excalibur ofrece una propuesta gastronómica que combina sabores internacionales con productos regionales en un ambiente relajado y exclusivo.

Su menú incluye carnes y pescados seleccionados, pastas de elaboración artesanal y postres de diseño que satisfacen tanto a ejecutivos en jornadas de trabajo como a comensales que buscan una experiencia culinaria sofisticada. La iluminación tenue y la musicalización soft crean el marco perfecto para disfrutar de una velada tranquila.
El restaurante se adapta a diversas necesidades dietarias, ofreciendo opciones vegetarianas, veganas y sin gluten. Los visitantes destacan la atención personalizada y cálida del personal, mencionando especialmente a Abril, Darien y Ailén por su dedicación y profesionalismo.
Si bien algunos comensales consideran que la carta podría actualizarse para incorporar tendencias más contemporáneas, la calidad de los platos y el servicio mantienen al establecimiento como una opción relevante dentro del panorama gastronómico rosarino. ¡Cuestión de gustos!
Estos cuatro establecimientos representan diferentes facetas de la identidad culinaria rosarina, desde la tradición portuaria hasta la refinada cocina internacional. Cada uno, con su historia particular y propuesta gastronómica única, contribuye a consolidar a Rosario como un destino donde el buen comer forma parte esencial de la experiencia urbana. ¡Te esperamos!
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