Las fuerzas de seguridad de Patricia Bullrich tienen ahora un nuevo Reglamento General para el empleo de armas de fuego que cumplir. Los cambios fueron publicados en el Boletín Oficial. La resolución 956/2018 dice: “Resulta necesario implementar acciones que tiendan a sostener la protección de la vida y la integridad física de la ciudadanía en su conjunto y de los miembros de las Fuerzas Policiales y de Seguridad Federales, cuando se encuentren en una situación de peligro inminente, como así también velar por la protección de los derechos fundamentales de todas las personas”.
Por ese motivo, en el artículo 2, Bullrich resolvió derogar: “toda disposición o normativa contraria a la presente medida dictada en jurisdicción del Ministerio de Seguridad, la Policía Federal Argentina, la Gendarmería Nacional, la Prefectura Naval Argentina y la Policía de Seguridad Aeroportuaria”.
Rápidamente, analistas en EEUU y el mundo pusieron el foco una vez más en lo que consideran es uno de los orígenes de la mayor parte de la violencia de los últimos tiempos: las leyes para el control de las armas. Pero algunos expertos creen que el desarme en EEUU tendrá que ser más extendido de lo que se cree: ciudadanos y personal de las fuerzas de seguridad tendrán que entregar sus armas en el largo plazo para hacer de Estados Unidos un lugar más seguro.
Es una estrategia que parece funcionar sorprendentemente bien en otros países: en Gran Bretaña, Irlanda, Noruega, Islandia y Nueva Zelandia, la policía está desarmada cuando patrulla. Sólo en circunstancias especiales los agentes reciben armas de fuego.
Islandia
Cuando un policía mató a un hombre en Islandia en 2013 fue la primera vez en la historia del país, según el Christian Science Monitor. Claro, Islandia es un país pequeño con 300.000 habitantes.
Sin embargo, un tercio de su población está armada con fusiles y escopetas para cazar, convirtiéndose en el 15° país más armado del mundo. A pesar de esto, el crimen es extremadamente inusual.
¿Son los islandeses más pacíficos que los estadounidenses? «La baja tasa de criminalidad de Islandia está basada en una sociedad pequeña, homogénea y egalitaria», consideró Oddson.
Cuando se le preguntó qué lo había sorprendido más del crimen en Islandia, el profesor de criminología en la Universidad del Estado de Georgia, Richard Wright, dijo: «Una vez, en un seminario, un policía islandés hablaba de ‘pobres personas con problemas’ y me tomó un rato darme cuenta de que estaba hablando de los criminales. Ella consideraba a cada ciudadano valioso porque ‘somos tan pocos y hay tanto por hacer’, decía».
Para Wright, la fuerte presencia de mujeres en la política de Islandia y en las fuerzas de seguridad ayudó a mantener tasas de criminalidad muy bajas. Oddson también concuerda en que la baja desigualdad y el fuerte sistema de seguridad social contribuyeron al éxito de Islandia en tener una policía desarmada. En 2004 una encuesta interna mostró que el 84% de los policías británicos prefieren no estar armados
Irlanda
Irlanda fue un paso más allá: la mayoría de sus policías ni siquiera sabría usar un arma de fuego si lo amenazaran. Según el GunPolicy.org, que recopila estadísticas sobre el uso de armas de fuego con el apoyo de la ONU, sólo entre el 20 y el 25 % los oficiales de policía irlandeses está calificado para usar armas. A pesar de esto, las tasas de criminalidad son mucho más bajas que en Estados Unidos.
Gran Bretaña
«Desgraciadamente, sabemos por la experiencia de EEUU y otros países que tener policías armados definitivamente no significa que los oficiales no terminen baleados», dijo Sir Peter Fahy, jefe de la policía de Manchester hasta 2015, cuando dos de sus agentes murieron en un incidente en 2012.
La práctica de patrullar sin armas es rutina en la vida policial en todo el Reino Unido salvo el Norte de Irlanda. Desde el siglo XIX, la policía británica se considera a sí misma como protectora de los ciudadanos. Mientras que en 2013 hubo, según el FBI, 461 «homicidios justificados» en EEUU, en Gran Bretaña en ese mismo año no hubo ni uno solo.
En 2004 una encuesta interna mostró que el 84% de los policías prefieren no estar armados, según la BBC, a pesar de que un tercio declaró haber temido por sus vidas durante el servicio.
Nueva Zelanda
John Buttle, profesor de criminología en la Universidad Técnica de Auckland, publicó un ensayo en el que calculó que en realidad es más seguro para los oficiales de policía no llevar armas. «En Nueva Zelanda es más peligroso ser un granjero que un policía», escribió en el texto de 2010 en el que argumenta que armar a la policía generaría una carrera armamentística con los criminales y un aumento en las muertes.
Noruega
En 2011, Noruega sufrió una tragedia que expuso los peligros de una fuerza policial desarmada. Un tirador de extrema derecha, Anders Behring Breivik, atacó un campamento de verano de militantes socialdemócratas y mató a 77 personas.
Si bien los asesinatos son increíblemente inusuales en el país Escandinavo, muchos culparon a una respuesta policial ineficiente por la horrible carnicería en Breivik. Hasta ahora, sin embargo, la tradición de policías desarmados demostró ser más fuerte que el miedo al terrorismo.
Para la mayoría de los expertos, sin embargo, sería contraproducente desarmar de repente a los policías en Estados Unidos sin encarar los orígenes del crimen. «cualquier intento de ir marcha atrás con la militarización de la policía estadounidense necesitaría estar acompañada de políticas que aumenten la igualdad económica y racial y que provean oportunidades legítimas para el desarrollo de los pobres», culmina Oddsson.
Nuevo reglamento para el empleo de armas de fuego por parte de las fuerzas de seguridad