Por: Asociación Profesionales del Marketing
¿Qué pasa cuando mis competidores son más grandes que yo? Es un problema totalmente común, ya que las marcas chicas, en general, son mayoría. Determinados mercados concentran el amor de los consumidores masivamente en unas pocas marcas. Habitualmente son 2, pero pueden ser más, y el resto corren desde atrás. Y ahí nos ponemos a pensar cómo conseguir un porcentaje del mercado para nosotros. Tal vez sin intención de ir por el liderazgo, aunque también suena tentador ser el número uno. Y hasta el segundo o tercero.
La estrategia de precios no siempre es posible y cuando nuestra empresa lo permite, el riesgo es mucho, ya que nos obliga a permanecer en un lugar determinado en cuestiones de posicionamiento y no siempre es lo que se desea. Es trabajoso salir de ser “el más barato” o “uno muy barato” en términos de posicionamiento.
Pertenecer tiene su encanto, pero… ¿Qué pasa si nos la jugamos? ¿Qué pasa si intentamos una estrategia creativa? Nos referimos a una ruptura, a salirse realmente del molde, tanto a través del producto como a través de la comunicación. Suena lejana esa idea, pero puede no estar a tantos kilómetros.
Vayamos a algunos ejemplos. Mi favorito es la película “El Proyecto Blair Witch”. No tenían cámaras de cine, no tenían dinero, ni actores, ni escenografías, ni maquillaje y mucho menos dinero para comunicar. La idea fue perfecta, una película que se filmó con cámaras hogareñas, justificada por la trama. Actuaron ellos metidos en el bosque, también justificado en la trama, y antes de lanzar imprimieron carteles con sus caras, simulando un búsqueda, y los pegaron en las universidades para dar una imagen de realismo y que la gente vaya entrando en tema. Simple, efectivo y muy económico. Ganaron muchos millones.
Otro ejemplo es el de algunos últimos virales de Whatsapp (¡todos queremos hacer uno!): una marca saluda a otra, una de preservativos saluda a quienes usaron productos de la competencia en el Día del Padre y un Estudio Jurídico de algún otro país latinoamericano nos invita a enviar para la misma fecha una hermosa demanda de alimentos.
Pensá tu empresa, juntante con otras marcas complementarias para dividir los gastos (y sumar fuerzas), generá alianzas estratégicas, armá un equipo capacitado y no desperdicies ninguna buena idea sin un asesoramiento de Marketing, Publicidad y Diseño. No sería bueno tener en la cabeza un misil y tirarlo al desierto con una gomera rota.
No hace falta ser el más fuerte. A veces es más fácil asumir riesgo sin ser líder, pero sí conociendo tu marca, tu mercado, tus clientes y tus prospectos. Animarse a disputar liderazgo no es fácil, pero es posible a largo plazo (o con un gol desde mitad de cancha). La creatividad exige mayor esfuerzo y dedicación, pero va a llevarte más lejos que la imitación.