El doctor Federico Díaz, pediatra y autor del libro «Pediatra al rescate» afirma que «los límites ayudan a establecer una estructura clara, brindan seguridad y promueven el desarrollo de habilidades sociales y emocionales. Al fijar límites a los niños, se les enseña a regular las emociones, a respetar a las demás personas y a tomar decisiones responsables».
Establecer límites con amor y respeto
El doctor aconseja seguir las siguientes pautas:
- Mantener la calma: los niños aprenden del ejemplo y si ven a los padres reaccionar con enojo y frustración es muy probable que respondan de la misma manera. Respirar profundamente y tomarse un momento para tranquilizarse antes de abordar la situación.
- Hacerse tiempo para uno mismo: es importante mantener actividades fuera de la casa, descansar y hacer actividades que den placer.
- Comunicar con claridad: los límites deben ser claros, comprensibles y consistentes. Comunicar las expectativas de forma sencilla y asegurarse de seguir aplicando las reglas de manera constante. Esto brinda seguridad y evita confusiones.
- El «no» se dice y se hace: para que la palabra no, no pierda peso es fundamental mantenerse firme en la decisión que se haya tomado.
- Ofrecer alternativas y elecciones: brindar opciones dentro de los límites establecidos. Esto les permitirá ejercer cierto grado de autonomía y les enseñará a tomar decisiones responsables.
- Escuchar y validar sus sentimientos: Permitirles expresar su frustración o desacuerdo y mostrar empatía hacia sus emociones sin ceder en sus límites establecidos.
- No decir no a todo: cambiar la palabra por ofrecimientos o propuestas para quitarle el sentido negativo.
La importancia de fomentar la comunicación abierta
«Los padres deben promover un ambiente en el que sus hijos sientan la seguridad necesaria para expresar sus opiniones y preocupaciones. Es importante evitar críticas excesivas cuando se hable de sus emociones y brindarles apoyo» detalla el doctor.
«Además, prestar atención y mostrar interés genuino cuando los niños hablan es fundamental. Esto fortalece la relación y los niños se sienten valorados» agrega.
Corresponsabilidad y respeto
Si más de una persona adulta se encarga de las tareas de cuidado, es muy importante que la responsabilidad sea compartida y a la hora de establecer límites se respeten las decisiones de la otra persona adulta.
Si se trata de parejas separadas, siempre hay que intentar buscar el bienestar del hijo en común por encima del conflicto que tengan las personas adultas.
Los efectos negativos de usar la violencia
- Genera una baja autoestima y confianza.
- Desarrollo de conductas agresivas: los niños aprenden con el ejemplo.
- Dificultades en la expresión emocional: pueden aprender a reprimir sus emociones y sentimientos debido al miedo a la reacción violenta de quienes los cuidan.
- Daño en la relación padre-hijo: la confianza, la seguridad y el amor son fundamentales para un apego seguro.
- Culpa: no hay forma de no sentir culpa luego de utilizar la violencia.
«Establecer límites respetuosos es un proceso continuo y desafiante, pero esencial para el desarrollo saludable de los niños» concluye Díaz.