Las vacas son animales herbívoros que se alimentan solo de vegetales, pese a su gran tamaño. Su proceso nutritivo es complejo, llegando a consumir varios kilos de pasto por día.
Cuando nos referimos a la nutrición animal, expertos en el tema como QIRA, aclaran que tiene como propósito satisfacer las necesidades de alimentación, en cantidad y calidad, para que lleguen a los niveles productivos y reproductivos buscados, de acuerdo a su potencial genético, por especie y fase.
Para eso, se debe establecer el valor nutricional en función del tipo de animal, sus necesidades de nutrientes y energía; conocer cuáles sustancias mejoran sus parámetros. Un trabajo minucioso que permite mejorar toda la cadena, dando un resultado superior al momento de convertirlo en producto para consumo humano.
Se trata de animales rumiantes, que se caracterizan por contar con estómago dividido en cuatro cámaras llamadas rumen, retículo, omaso y abomaso. En primer lugar, el animal retuerce la hierba en la lengua para después cortarla con los dientes inferiores y comenzar el recorrido por el sistema digestivo para obtener los nutrientes.
De este modo, el proceso digestivo de las vacas es:
- Las plantas que trituran con los dientes pasan al rumen, donde se mezclan con bacterias que ayudan a descomponer.
- Tras esto, el alimento sigue al retículo, donde continua la descomposición y forma el bolo, el que es regurgitado hasta la boca para triturarse más.
- Por último, el alimento se traga nuevamente y pasa al omaso y abomaso, donde las enzimas digestivas acaban por descomponerlo y absorber los nutrientes.
Además, las vacas cuentan con un intestino delgado, intestino grueso, ciego y colon, que ayuda a terminar el proceso digestivo para absorber todos los nutrientes, minerales y agua que ofrecen una mejor nutrición. Igualmente, se depositan sustancias fecales fruto de la digestión, que son depuestas.
Ahora sí, qué comen las vacas
Los forrajes son las partes verdes de las plantas ricas en fibra. Las vacas, que son bovinos herbívoros, mastican hojas, pastos, tallos y demás plantas herbáceas, raíces y tubérculos. También sus derivados de granos como cebada, avena, alfalfa, sorgo y trébol. En líneas generales, estas materias primas se separan en alimentos forrajeros y concentrados.
Lo consumen de áreas campestres abiertas, en especial las que crecen rápido, no agotan el suelo y contienen nutrientes en equilibrio.
La alimentación del ganado influye necesariamente en la calidad de la carne, por lo tanto, la nutrición y alimentos de vacas son esenciales en la buena salud y producción carnívora. Por eso, en la ración es preciso suministrar un aporte adecuado de nutrientes para su crecimiento, mantenimiento y preñado. Cada una de estas funciones demanda de nutrientes para una alimentación balanceada y conveniente.
Cabe destacar que la alimentación, a la par de otros factores del manejo de los animales como los que estuvimos viendo en el artículo, son conexiones claves en la cadena de calidad de la producción.