Debate presidencial: Macri fue un “pésimo orador” y Fernández “dejó la moderación de lado”
Natalia Raimondo, doctora en comunicación por la UNR e investigadora de Conicet, analizó en una entrevista con Radio Mitre Rosario lo que dejó el debate presidencial de la noche del domingo en la ciudad de Santa Fe.
En principio, señaló la referente que, en este tipo de formato, hay mucho lugar para las propuestas de los candidatos, pero no así para el intercambio de ideas, lo mismo para la interpelación de los periodistas. Y lo interesante, siguió Raimondo, que lo preestablecido no propone debatir.
Sobre lo que propusieron los candidatos, indicó que cada uno se mantuvo en lo que se esperaba, en sus plataformas. “Al menos yo no identifiqué alguna propuesta que se haya pensado exclusivamente para el debate”, añadió la comunicadora.
“Son fórmulas cerradas y con poco margen. Lo que pudimos ver como diferente fueron las discusiones entre Macri Y Fernández, pero fuera de ese binomio no aparece más nada”, aseguró Raimondo sobre los cruces más picantes de la noche. En ese sentido, y sobre la postura de Alberto Fernández hacia Macri, hizo referencia a la posición de moderación que asumió el candidato del Frente de Todos durante la campaña. “La verdad que me sorprendió su postura con los tapones de punta”, completó.
Analizando la posición de Macri, Raimondo sostuvo que el presidente y candidato de Juntos por el Cambio “es un pésimo orador” y en los momentos que tiene que adecuarse a algo que sucede de golpe, “es cuando peor le va”. Entonces, “no sorprende que se haya atenido al libreto” y “es lo que pudo hacer”. Aunque ante las interpelaciones de Fernández, “se lo notó un poco nervioso”.
Sobre los demás candidatos, la especialista argumentó que el referente de la izquierda, Nicolás del Caño, fue contundente con sus críticas, tanto con Fernández como con Macri. “Me sobreprecio sus reiterados pedido de minuto de silencio, cosa que nada tiene que ver con el formato”, expresó.
En el caso de Gómez Centurión, Lavagna y Espert dijo que nos los ayudó el formato, especialmente a Lavagna, que se sintió cómodo cuando habló de economía, pero tampoco fue una estrategia feliz economizar todos los planteos: Por su parte, tanto Espert como Gómez Centurión, hicieron algunas propuestas para el núcleo duro de derecha, pero no apuntaron a conseguir nuevos votantes.