Daiana Gallo Ambrosi, delegada del Ministerio de Educación en Rosario, aseguró en Radio Mitre Rosario que la decisión de extender el período lectivo es sólo por las medidas de fuerza de los docentes de principio de año. Incluso indicó que los alumnos de aquellas escuelas que no adhirieron al paro no estarán afectados a la nueva disposición. Por su parte, Martín Lucero, secretario general de SADOP Rosario, se sumó al repudio de Amsafé.
«Tomamos esta decisión en abril de ese año, cuando estábamos en paritaria y el conflicto docente se desarrollaba a nivel nacional. Fueron en total 8 días de paro, frente a los que pensamos que lo correcto era extender las clases para garantizar la trayectoria educativa», explicó Gallo Ambrosi.
La delegada destacó que «algunas instituciones educativas no adhirieron al paro o han readaptado la currícula para seguir al día con los contenidos», y que por lo tanto a «esas escuelas no le vamos a decir que se queden hasta el 22 de diciembre». «Nuestro objetivo es garantizar la calidad educativa y eso tiene que ver con poder garantizar contenidos de la currícula», destacó. Y agregó que, siendo consciente que los docentes están en el aula hasta fin de año, la medida apunta a que los estudiantes estén en el aula.
«El motivo no es pedagógico»
Martín Lucero, secretario general de Sadop Rosario, aseguró, po su parte, que la extensión del ciclo lectivo no tiene un motivo pedagógico, sino político y electoral, además de ser una forma de empezar a «marcar la cancha frente a las próximas paritarias».
«Es una proposición falta. Decir que no se recuperaron los contenidos es una barbaridad, es mentira. Los contenidos se recuperaron en el transcurso de lo que quedó del primer trimestre y los primeros del segundo. Si se quiere extender el ciclo lectivo, a los docentes no les afecta, porque van hasta el 30 de diciembre a la escuela. Por eso, si hay un motivo, no es pedagógico», remarcó Lucero.
El secretario general hizo hincapié en que a lo largo del año se pierden «un montón de días» y no son por paros. «Amenazadas de bomba, por ejemplo. Jornadas de escuela abierta, que podrían hacerse en febrero. Festividades también y problemas de infraestructura», enumeró. «Es bueno que se cumpla el objetivo de los 190 días de clase, pero no digamos que se extiende por los paro. La lectura que puedo hacer de esta medida es política, no pedagógica. ¿Por qué se vincula la extensión de clases al paro docente, si hay muchos temas que llevan a la pérdida de clase? Esto se entiende en un contexto electoral. La idea es marcarnos la cancha para la próxima paritaria».