La Marcha Mundial de la Marihuana se realiza el primer sábado de mayo, de manera simultánea y autónoma en ciudades de todo el mundo. Desde 1999, la movilización busca organizar un reclamo común que evidencie la cantidad de personas que exigen normalizar la situación de la planta de cannabis y terminar con la criminalización y persecución de sus usuarios y cultivadores. En cada edición, se suma o se resta una solicitud. Sin embargo, nunca pierden su eje. En Rosario, esta tarde a partir de las 14:00 marcharán desde plaza San Martín para exigir el autocultivo y una ley más justa.
Días atrás a este cinco de mayo, Patricia le abrió las puertas de su casa a Rosario Nuestro. Sentada en un cómodo sillón, mates y alguna que otra lágrima, la mujer compartió la historia de su hija. Angelina es una pequeña de seis años que sufría ataques de epilepsia. Los cuadros eran cada vez más frecuentes e intensos. La familia desesperada buscó alternativas por todos lados, hasta que un día una nota en la televisión de otra madre en una situación similar llegó a los ojos de Patricia: ¡Eso quiero para mi hija!
Desde entonces y a pesar de los tabúes y prejuicios, Angelina comenzó a tratarse con una medicina natural, específicamente con el aceite de cannabis. Un par de gotas al día suplantaron una caja de fármacos. En poco tiempo, la calidad de vida de la niña mejoró alrededor de un cien por ciento y sus papás recuperaron la tranquilidad y felicidad junto con ella. Patricia reflexiona hoy sobre la situación de la planta y sobre la importancia de la información al respecto. A ella «el cannabis le hizo conocer a una hija» y recalcó que «no hay que dudar cuando la vida de un familiar está en juego».