El glaciar Perito Moreno comenzó a filtrar agua hoy, y «en dos o tres días» podría producirse la ruptura del puente de hielo formado entre el Brazo Rico y el Canal de los Témpanos, un espectáculo de la naturaleza que atrae a miles de visitantes de todo el mundo.
El puente provocaba hoy una diferencia de altura de las aguas -a uno y otro lado- de 13 metros, una de las mayores que se tenga memoria, informaron la Administración de Parques Nacionales y voceros del Parque Nacional Los Glaciares.
La «ruptura» del glaciar no se puede predecir de manera exacta porque el fenómeno muestra características especiales, al punto de que el dique no se forma todos los años -ésta será la cuarta vez desde el año 2000- y la ruptura por lo general se produce recién al final del verano, por mucho calor que haga en la estación estival de ese año.
El dique se formó en agosto último pero hasta esta madrugada no había habido filtraciones por lo que la ruptura era impredecible, pero los voceros coincidieron en remarcar que a partir de «la filtración la ruptura no tardará más de dos o tres días».
La información fue entregada a Télam por voceros de la Administración de Parques Nacionales pero se originó en el Parque Nacional Los Glaciares, cuyos expertos desmintieron filtraciones en febrero y ahora las anunciaron.
A partir de esta información y a la espera de la ruptura, miles de turistas y científicos de todo el mundo seguramente se dirigirán al segundo parque nacional más grande de la Argentina, por afluencia de visitantes, detrás de las Cataratas del Iguazú: éstas llegan a tener 1,5 millones de visitantes por año, contra el millón que visita el Parque Nacional del sudoeste de la provincia de Santa Cruz.
La primera ruptura de este siglo se produjo en marzo de 2004, y la siguiente en el mismo mes de 2006. La tercera ocurrió hace una década, en 2008, pero en julio. También se produjo otra en 2012. La anterior ruptura, en 2016, ocurrió cuando la parte separada, el Brazo Rico, había alcanzado los 10,50 metros, un nivel que no había superado desde el desprendimiento sucedido en 1988, cuando llegó a los 19 metros.
El glaciar, uno de los pocos del mundo que no retrocede sino que avanza, forma un dique con la península de Magallanes y convierte en lago al Brazo Rico. Así se produce una diferencia de altura en las aguas de ambos espejos, que aunque este año superó los 13 metros no se trata de la mayor diferencia histórica.
Con el paso del tiempo, el agua del Brazo Rico atraviesa el dique por debajo y forma un puente de hielo de más de 70 metros de altura y 250 metros de largo que va equilibrando los niveles, y finalmente se desmorona el enorme bloque de hielo sostenido en el aire.
El glaciar, con el paso aún abierto, produce estruendosas caídas de bloque de hielo frontales. Esto genera espuma y un sonido que se escucha a cientos de metros del lugar en medio del bosque patagónico.
Ante la inminente ruptura, el Parque Nacional Los Glaciares anunció un operativo de seguridad para proteger la integridad de los visitantes: no se podrá permanecer de noche en el lugar y el último horario de avistaje del glaciar es a las 20, aún en domingo.
El ingreso para los argentinos es de 40 pesos, los ciudadanos del Mercosur pagan 70 y el resto del mundo 100 pesos.
La puerta de ingreso al parque estará abierta de 8 a 18 de lunes a viernes y los fines de semana de 7 a 18, en tanto que «los medios interesados en cubrir el fenómeno deberán pedir autorización en el Centro de Informes del Parque». Cada uno tendrá «un lugar específico», que no incluirá la pasarela inferior.
Los visitantes deberán dejar sus vehículos en el «estacionamiento inferior», y desde allí serán subidos en combis a la parte superior para disfrutar el glaciar en este momento histórico.
Los prestadores privados de servicios de turismo podrán llegar al estacionamiento superior, siempre con guías, tras lo cual deberán bajar para esperar a sus invitados, detallaron en un comunicado.
Los sanitarios estarán disponibles en el estacionamiento superior y en el Resto del Glaciar, pero no se podrá acceder al Balcón Inferior, casi a metros del hielo, por seguridad.
El comunicado detalló que en la zona trabajan personal de la Gendarmería Nacional, la Prefectura Naval Argentina, una empresa privada y los guardaparques.