El Kily González y su duro momento tras el retiro: “Dejé de jugar y empecé a abandonarme”
El presente lo encuentra nuevamente trabajando en Central desde comienzos de 2018 cuando se sumó a la estructura de inferiores y hace poco más de un año como el entrenador de la Reserva. Sin embargo, el retiro de Cristian González no fue el que hubiera deseado y le costó mucho tiempo recuperarse.
“Cuando me retiré, y de la manera que me retiré, fueron años difíciles, negros. Años en los que no podía asimilar ni aceptar el final que tuve como jugador de fútbol, en mi casa, en mi club”, contó el Kily, en una entrevista que brindó al diario La Nación, del momento en que dejó la actividad profesional en 2011 tras su último paso por el Canalla cuando quedó apartado del plantel por Omar Palma, por entonces técnico del primer equipo.
Acerca de las decisiones que considera debió haber tomado para el cierre de su carrera, dijo: “Quizás tendría que haberme ido al exterior, a los Estados Unidos, y así terminar jugando, que es lo que desea cualquier jugador. Pero en mi caso no fue así, entonces el golpe fue mucho más duro. Después de mucho tiempo surgió la posibilidad de meterme de nuevo en el club, en sus inferiores, y ahora, finalmente estoy bien”.
Sobre el período posterior a su retiro, González confesó: “Fueron cuatro años, tenía la barba de un náufrago, muchos días no quería ni salir del cuarto. Me dormía a las 4 de la mañana, me despertaba al mediodía siguiente, un desastre. Dejé de jugar y automáticamente empecé a abandonarme, a castigarme de alguna manera”.
“Renegaba de entregarme a algún psicólogo, solo con el tiempo lo acepté y me ayudó bastante. Había perdido la autoestima”, continuó el técnico de la Reserva auriazul y añadió: “Dejás de jugar muy joven y de un momento para el otro te preguntás: ‘¿qué hago ahora si lo único que hice durante 20 años fue entrenar y jugar al fútbol?’. Y va mucho más allá de lo económico, porque muchos me han dicho ‘de que te quejás, si vos ya estás salvado’. Pero la vida también pasa por otras cosas”.
Consultado sobre cómo salió de ese duro momento, el Kily afirmó: “Por mi familia, que fue la que más me sufrió, por mi mujer, Raquel, ella me sostuvo, y mi viejo. Llegó un momento que yo estaba enojado con el mundo y me la agarraba con los que estaban a mi lado. Llegué a odiar el fútbol, estuve entre dos y tres años sin ir a la cancha de Central, no lo podía ver a Central. Después de casi tres años empecé a hacer boxeo, y al menos ese era un espacio para liberar mi rabia”.
En referencia a cómo tomó el hecho que no le dieran la posibilidad de dirigir la Primera de Central tras la salida de Edgardo Bauza, teniendo en cuenta que estaba como técnico de la Reserva, tiró: “Ya había pasado con el ‘Flaco’ Chamot y con Leo Fernández, que cuando se fue Montero agarró la Primera. Pero en este caso, no me tocó a mí. Todos creyeron: ‘Ahora se le corta la cadena a este loco y empieza a tirar mierda para todos lados’. Pero no, el club está por encima de los nombres. Ahora eligieron un técnico y está perfecto”.
“Claro que en su momento hablé con los dirigentes y les dije que me dolió. Me dijeron que eran decisiones y que se habían inclinado por Ferrari, primero, y después por Cocca. Yo soy un empleado del club y trabajo para la Primera, tratando de potenciar a los chicos de la Reserva. No porque no me hayan dado una oportunidad me la voy a agarrar con Cocca”, agregó.