La presencia del artista local kirchnerista Adrián Abonizio en la sede de Juntos por el Cambio en las elecciones de este domingo generó polémica. Por este motivo, el también periodista publicó una carta de lectores en la edición impresa del diario La Capital para referirse a lo ocurrido y pedir disculpas públicamente.
“Pensar en voz alta en el lugar equivocado”, fue el título que eligió el escritor para su reflexión. “Hago saber que mi pretensión estaba basada en acercarme a comprar in situ la cara de la derrota”, explicó y añadió que intentó “ser objetivo y construir una historia donde podría evidenciar, mediante una nota, los contrastes que se acentúan en podios y abajo en sus bases”, ya que a dos cuadras se encontraba la sede del Frente de Todos.
“Me hago cargo en un todo: ojalá muchos pudieran hacerlo en su vida; así, creo, las relaciones serían más transparentes y legítimas. No fue provocación: fue, eso sí, una vocación por comprobar según mi humilde sentir, que todo lo que sube baja. Y que, como cronista, mejor será que me dedique otra cosa. Gracias”, culmina en su carta el integrante de la Trova Rosarina.
A continuación, el texto completo:
«Pensar en voz alta en el lugar equivocado
Para aquellos que no estén advertidos de lo sucedido en la noche del 27 de octubre donde protagonicé un bochornoso episodio presentándome en la sede centro de Cambiemos, hago saber que mi pretensión estaba basada en acercarme a comprobar in situ la cara de la derrota, a sabiendas del peligro que implicaba, ya que a dos cuadras de allí, en el bunker del Frente para Todos, estallaban los cohetes del triunfo. Intenté ser objetivo y construir una historia donde podría evidenciar, mediante una nota (además de músico soy periodista) los contrastes que se acentúan en los podios y abajo en sus bases. Me salió bastante desprolijo todo y en lugar de emparejar con silencio la opinión tropecé con mi ideario acerca de la justicia o la ausencia de ella, y expresé que estaba cómodo con los resultados electorales.
Muchos colegas no dicen donde están parados, lo esquivan o lo disimulan, yo no. Ello no me constituye en mejor persona, tal vez en una más frontal pero inconveniente en algunos momentos. Una anécdota banal que a muchos ofendió. Un maltrato verbal que sobraba. Un oxímoron donde el festejo constituye la caída de los otros. Creo que no sirvo como periodista imparcial. Hago canciones y pertenezco a la generación de la Trova Rosarina, a quien eximo en este episodio desafortunado. Me hago cargo en un todo: ojalá muchos pudieran hacerlo en su vida; así, creo, las relaciones serían más transparentes y legítimas. No fue provocación: fue, eso sí, una vocación por comprobar según mi humilde sentir, que todo lo que sube baja. Y que, como cronista, mejor será que me dedique a otra cosa. Gracias».
Adrián Abonizio
DNI 12.523.002