Gustavo Pastorizzo, el padre del joven que fue asesinado en la madrugada del 29 de diciembre pasado en Gualeguaychú, reveló que recibió amenazas anónimas y denunció un ataque en su casa en las primeras horas del domingo.
Tres semanas después de que Nahir Galarza (19) confesara haber asesinado a Fernando Pastorizzo (20) con dos disparos del arma reglamentaria de su padre policía, el caso sigue convulsionando a la ciudad de Gualeguaychú.
En medio de peleas entre las partes, versiones y estrategias cruzadas, Gustavo Pastorizzo contó que el domingo a la madrugada sucedió un extraño episodio en su vivienda en el barrio Puerto Nuevo de Gualeguaychú y que decidieron denunciarlo porque ya habían recibido amenazas previamente.
Cerca de las 5 de la mañana Gustavo dijo haber escuchado unos golpes en la puerta como si la estuvieran pateando de manera insistente y que, cuando se levantó a averiguar qué pasaba, descubrió que el cartel que pedía justicia por su hijo -y ocupaba parte del frente- había sido robado.
Gustavo caminó entonces algunas cuadras para ver si veía alguna persona sospechosa y encontró el cartel destrozado cerca de una plaza. Inmediatamente se dirigió a la comisaría para denunciar el hecho y el juez de la causa, Mario Andrés Figueroa, quien asumió en reemplazo de Guillermo Biré, resolvió poner una custodia policial en la puerta de la casa. Se descartó sin embargo la presencia de cámaras de seguridad en la zona para investigar el hecho.
Juan Carlos Peragallo, uno de los dos abogados de la familia Pastorizzo, contó al diario El Día que el padre de Fernando «no pudo ver a nadie, pero su pareja le había alertado más temprano que había visto a una persona merodeando en la esquina de manera llamativa». «El cartel que rompieron es el que usan en las marchas. Es el que dice ‘Justicia por Fernando’ y tenía su foto. El padre está dolido e indignado», agregó el letrado.
Además, Peragallo reveló que no es la primera vez que la familia Pastorizzo se siente intimidada ya que en la última semana recibieron mensajes amenazantes de forma anónima a través de sus redes sociales.
«En esos mensajes anónimos le decían a Gustavo Pastorizzo que se deje de joder con la causa, que el hijo era un drogadicto y un golpeador; todo lo que se viene diciendo en algunos medios para desprestigiar a la víctima», dijo. «Lo amenazaron diciéndole que tenga cuidado con lo que hace porque saben dónde vive. Son las típicas amenazas cobardes que hace la gente que no se da a conocer». «No quisimos decirlo porque es muy difícil de rastrear. Pensamos que no era algo para preocuparse», manifestó el abogado y dijo que ahora que la situación se agravó decidieron hacerlo público.
Finalmente, se refirió también a Jorge Zonzini, vocero mediático de la familia Galarza, quien en la última semana vio rechazada su solicitud de participación en la defensa de la joven. «No vamos a hablar porque él no forma parte de la causa», dijo Peragallo. «Solo deberá atenerse a las consecuencias de su conducta en las redes. Él no es letrado ni tiene conocimientos legales. No puedo discutir con una persona que se hace llamar ‘manager de medios’; jurídicamente no existe en el expediente». Y concluyó: «Él debe respetar la dignidad de la familia».
Fuente: Infobae