El presidente proclamado por la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, de gira por Suramérica, es esperado por sus seguidores en Venezuela entre el temor a que sea detenido por burlar la prohibición de salida del país y el anhelo de continuar la ofensiva para sacar a Nicolás Maduro del poder.
Su retorno, posiblemente el lunes tras visitar Colombia, Brasil, Paraguay, Argentina y Ecuador, supone un reto para Maduro, quien deberá decidir si arrestarlo y provocar una fuerte reacción internacional o dejarlo entrar con tranquilidad, socavando su autoridad.
Reconocido por más de 50 países como presidente interino, Guaidó salió inesperadamente de Venezuela hace 10 días para asistir a un megaconcierto en Cúcuta y apoyar el ingreso de ayuda humanitaria.
Prometió regresar “pese a las amenazas” para seguir, dijo, con su estrategia de lograr un gobierno de transición y elecciones libres. El gobierno estadounidense, que no descarta una opción militar en el vecino país, advirtió que si algo le sucede a Guaidó habría “serias consecuencias”.
Maduro dijo hace unos días que el presidente interino debe “respetar la ley” y que si regresa al país “tendrá que ver la cara de la justicia”.
El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y la Fiscalía General, aliados del régimen, abrieron investigaciones en contra el líder opositor, acusándolo de “usurpación” de funciones y dictaron, además del impedimento de salida, el congelamiento de sus bienes.