En medio del conflicto con el secretario general del Sindicato de Peones de Taxis, Horacio Boix, que salió a la luz luego de que protagonizara un espectacular choque contra un patrullero cuando manejaba un Audi A7 el fin de semana, un grupo de choferes nucleados en la entidad pasaron la noche en la sede de calle Salta al 2800, según indicaron, para custodiar el patrimonio del gremio. Boix fue denunciado por malversación de fondos y está suspendido por 45 días de su cargo.
En ese marco, una facción de conductores decidió acampar en la organización la noche del lunes para evitar incidentes, de acuerdo a lo revelado en declaraciones públicas por el secretario adjunto, Horacio Gianotti, para resguardar el patrimonio colectivo. «Temer no tememos, porque estamos acá. Hacemos esto para proteger la institución. No queremos que alguien, aprovechando este clima, intente ingresar por una ventana y provoque alguna situación de violencia», sostuvo Gianotti ante los periodistas que se hicieron presente en el lugar. No obstante, aclaró que el sindicato funciona con normalidad, de 9 a 17, como todos los días, atento a las demandas de los afiliados.
«No se expulsó a cualquier miembro de comisión directiva. Se echó al secretario general que condujo al gremio, mal o bien, por más de 25 años. Es una persona conocida. Si bien en los últimos años no gozaba mucho de la simpatía de los trabajadores, hay que tener precauciones», agregó.
Según Gianotti, el auto de alta gama era propiedad de los trabajadores, pero Boix lo usaba con fines personales. Además, en diálogo con Radio Mitre Rosario, precisó que el hombre, que hoy se encuentra en el foco de la tormenta, ya protagonizó tres siniestros viales con idénticos vehículos en lo que va del año. A su vez, señaló que la denuncia por presuntos manejos irregulares del dinero de la organización fue radicada la semana pasada, antes del accidente.