Por Ignacio Pellizzón
La mayoría de los bares y restaurantes de Rosario discriminan a las personas celíacas. Si bien existe una ley nacional y una ordenanza municipal, la falta de inversión en las cocinas para evitar contaminar productos sin TACC y la evidente ausencia de control por parte de la Municipalidad, deja al desamparo a todas las personas que pretenden salir a comer o tomar algo sin gluten. Se estima que en la Argentina 1 de cada 100 personas es celíaca y que por cada caso confirmado existen 8 sin diagnosticar, según los últimos datos difundidos por el Ministerio de Salud de la Nación.
Que una persona celíaca se encuentre en algún espacio gastronómico de Rosario renegando por no tener una opción sin gluten, es moneda corriente. Pese a que se está infringiendo la ley, los comensales no se vuelcan a realizar un reclamo formal por los canales tradicionales.
Por eso, el reciente video viral en Instagram de la estudiante de Psicología, Carolina Peirone, oriunda de San José de la Esquina, puso al descubierto de manera lisa y llana al pub Rock & Feller’s por no contar con un menú pare celíacos, enfermedad que le diagnosticaron a la joven hace dos años.
Si bien la estudiante hace hincapié en este espacio, relata que su padecimiento es total en cualquier parte de la ciudad, inclusive, en su pueblo natal. Sintiéndose rehén de tener que vivir comiendo alimentos sin gluten, es que apela a las redes sociales para que la ley nacional y la ordenanza municipal se cumplan a raja tabla.
Incumplir es la norma
Desde el 2009 existe en Argentina una la ley (N° 26.588), que declara de interés nacional la acción médica, la investigación clínica y la capacitación profesional en la detección temprana, el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad celíaca. Y, también, la difusión de información sobre la enfermedad y el acceso a los alimentos y medicamentos libres de gluten. Además, exige a todo tipo de comercio gastronómico la implementación de un menú sin gluten.
En Rosario, por su parte, también existe desde el 2010 una ordenanza municipal (8.734/2010) –impulsada por el ex concejal Jorge Boasso- que asegura que en todos los negocios gastronómicos de la ciudad se debe proveer, aunque sea un menú sin TACC, al igual que alimentos aptos para el consumo en supermercados y comercios.
Pese a contar con ambas leyes, que son de avanzada a nivel mundial, “más del 80% de los negocios gastronómicos de la ciudad no lo cumplen”, aseguró a Rosario Nuestro la titular de la ONG Asistencia al celiaco de Argentina (Acela), delegación local, Silvia Losada. “La realidad es que acá es cualquiera (SIC)”.
Losada no descarta que haya buenos bares y restaurantes que se ajustan estrictamente a regla y cumplen las leyes, pero “más de un 80% no lo hace”. Entonces, “el celíaco está a la deriva”, pese a que Rosario está muy bien posicionada porque “se consigue alimentos en todos lados”, el tema en bares y restaurantes es “un dolor de cabeza”, inclusive “para los turistas que vienen de visita”, detalló.
La referente de la ONG apunta específicamente contra el incumplimiento de la ordenanza municipal y “la falta de control de las autoridades locales”. De hecho, “nosotros como organización nos ofrecimos a colaborar porque tenemos personal idóneo, pero ni siquiera nos dieron la posibilidad, por ende, no se toma conciencia ni por parte de los negocios ni por el Estado”.
En su defensa, algunos gastronómicos consultados por este medio, apelan a “una enorme inversión” que deben llevar adelante en sus cocinas para “evitar la contaminación cruzada de los alimentos”, pero “no es factible para una inmensa mayoría de comerciantes que apenas llegan a fin de mes”.
Aunque es vox populi el incumplimiento y las quejas de los comensales celíacos abundan, tanto en el Concejo de Rosario como en la Defensoría del Consumidor local no hay denuncias realizadas al respecto o quejas sobre el faltante de un menú sin TACC en bares y restaurantes.
Son tiempos en los que se denuncia primero de manera pública en las redes sociales, antes que acudir a los canales tradicionales de denuncia, los cuales son necesarios para dejar constancia y registrar que hay un tendal de quejas sobre el incumplimiento de las leyes para celíacos.
No obstante, la clara falta de control estatal y la lentitud de la Justicia para sancionar, empujan a que Facebook, Instragam o Twitter sean los espacios de descarga con una llegada real. El concejal del PDP, Lisandro Zeno, quien preside la comisión de Salud en el Palacio Vasallo, contó a Rosario Nuestro que en la ordenanza están estipuladas sanciones económicas por incumplir la normativa y que, en caso de reincidencia, se puede hasta clausurar el espacio.
Mientras tanto, miles de celíacos en Rosario ansían que los comerciantes cumplan la ley y realicen las inversiones necesarias y puedan implementar de inmediato un menú sin gluten para dejar de sentirse discriminados cada vez que salen a comer o tomar algo, Y, por su parte, el Estado como ente controlador, también, debería colaborar a los negocios a que se adaptan a la normativa y sancionar a quienes no lo hacen. Las leyes de avanzada no sirven de nada si no se cumplen.
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