El hombre estaba fuera de sí. No le importó que lo escucharan y hablaba casi a los gritos. En la cara lucía un color rojo intenso y, golpeando con los nudillos la mesa, vociferó:
– Pero si hace dos semanas votaron la prohibición, como que ahora dan marcha atrás?!?!
Escuchaba la información que le daban y el celular le temblaba en la mano.
– Pará Tito -, dijo la mujer susurrando. Nos están mirando todos.
Efectivamente, muchos clientes de la Cantina de Bruno miraban extrañados y hacían comentarios.
– A mi que me importa Negra, cómo van a tirar para atrás la prohibición de fumigar con glifosato, después de todo lo que costó explicar el daño que nos hace a todos los que vivimos cerca de los campos?!?! Y los chicos?!?!….no les importa nada?
– Decime Puma -, le preguntó al que lo había llamado – ¿Quiénes hicieron esto?
Escuchó la respuesta y apagó el teléfono.
La indignación no lo dejo comer los tallarines que tenía en el plato.
– Negra, lo firmaron los socialistas, el Pro y no sé quién más. Dice el Puma que todos menos algunos peronistas y los de Ciudad Futura. Que ahora pasa a comisión y que se yo cuantas giladas más… Van seguir fumigando, Negra.