Esclerosis múltiple: afirman que la rehabilitación es tan importante como el tratamiento farmacológico
La terapia física como la cognitiva promueven la plasticidad en el cerebro de pacientes con esclerosis múltiple, es decir, que la actividad de las neuronas que dejaron de funcionar en las zonas dañadas del sistema nervioso central puede ser retomada por otras de las áreas que no están afectadas por la enfermedad, según destacaron especialistas.
Algunos estudios sugieren inclusive que podría recomponerse el funcionamiento de las neuronas dañadas, lo que mejoraría la funcionalidad de los pacientes y su recuperación tras brotes de la enfermedad que impacten en su calidad de vida.
En forma virtual, utilizando la tecnología, el paciente desde su casa con una PC o una tablet puede realizar ejercicios monitoreados por un especialista contribuyendo a su rehabilitación.
Se estima que en la Argentina entre 14 mil y 18 mil personas sufren esta enfermedad, que afecta fundamentalmente a mujeres jóvenes en pleno desarrollo de su planificación laboral y familiar.
En el marco del 3º CHARCOT Latinoamericano 2019, que reúne a los referentes en Esclerosis Múltiple de toda la región, y que se desarrolla este fin de semana en la Argentina, expertos destacaron que la rehabilitación física y cognitiva de los pacientes con esclerosis múltiple constituye uno de los pilares fundamentales en el tratamiento de esta enfermedad, orientado a recuperar la funcionalidad perdida por brotes potencialmente discapacitantes que origina esta condición.
«La rehabilitación y la actividad física de los pacientes con esclerosis múltiple son aspectos que no tienen toda la consideración que se merecen, sin embargo son fundamentales en el tratamiento. El paciente tiene que hacer rehabilitación tratando de recuperar lo que se denomina funcionalidad, hay algunas habilidades que tal vez no podrá recuperar, pero otras sí, con estrategias adecuadas puede seguir llevando una vida normal», aseguró Edgardo Cristiano, médico neurólogo, Director del Centro de
Esclerosis Múltiple de Buenos Aires (CEMBA) del Hospital Italiano.
Para esto, el concepto de plasticidad resulta clave, ya que desde hace un tiempo se observó que ejercitando el cuerpo y el cerebro las neuronas de aquellas zonas que están dañadas por la afección son reemplazadas en sus funciones por otras que permanecen sanas.
Por su parte, Liliana Patrucco, médica neuróloga y jefa de la sección de enfermedades desmielinizantes del Hospital Italiano de Buenos Aires, «por un lado, es fundamental la rehabilitación física del paciente, que se logra a través de los ejercicios que se pueden hacer coordinados por un fisiatra, y por otro, la rehabilitación cognitiva contribuye a que la persona pueda volver a adaptarse a las actividades de la vida diaria».
«La cognición es fundamental: hacer terapia ocupacional, por ejemplo, puede impactar en la calidad de vida de los pacientes de manera significativa», agregó. La esclerosis múltiple es una enfermedad inmunológica crónica y discapacitante, producto del daño que se produce en la mielina, es decir, en la capa que recubre las fibras nerviosas del sistema nervioso central.
Según datos aportados por los especialistas, la prevalencia de esta patología, que suele presentar los primeros síntomas entre los 18 y 40 años, es de 30 por 100 mil habitantes, con lo cual se estima que en Argentina habría entre 14 mil y 18 mil pacientes.
Afecta más a las mujeres que a los hombres, en una relación de 3 pacientes mujeres por cada varón. Hoy se sabe que el tipo más común de EM es la remitente-recurrente, también llamado ‘con recaídas y remisiones’, en la que los pacientes tienen períodos de bienestar y ocasionalmente presentan episodios de reincidencias.
«La rehabilitación tanto física como cognitiva no solamente puede hacerse de manera presencial sino también virtual utilizando la tecnología, lo que se conoce como teleneurorehabilitación, a través de un software especialmente diseñado para que el paciente desde su casa pueda cumplir con determinados objetivos, en cualquier momento, haciendo ejercicios la cantidad de veces al día que quiera, siempre monitoreado por el especialista, que puede ser el rehabilitador físico, el terapista ocupacional o la neuropsicóloga que se encarga de los aspectos cognitivos del paciente», consignó Patrucco.
Para poder hacer la teleneurorehabilitación se precisa que el paciente en su casa tenga una PC o una tablet. Se trata de un programa integral de realidad virtual basado en la realización de ejercicios que son captados por un sensor y se ven reflejados en la pantalla, lo que permite que se plasmen de manera lúdica.
Por ejemplo: en la pantalla, se presenta una fruta que el paciente debe guardar en el estante correspondiente. Realizando movimientos reales, en la pantalla se refleja lo que realiza el paciente. Esto permite trabajar los movimientos finos de precisión y de coordinación, pero también hay ejercicios que proponen la marcha de la persona.
«Esto es una tendencia que va en aumento, sobre todo porque permite acortar las distancias, teniendo en cuenta que no todas las personas pueden ir físicamente a los lugares donde se hace la rehabilitación, ya sea porque no tienen un familiar que los lleve, porque viven demasiado lejos, porque el traslado en ambulancia es complejo o porque llegan tarde, entre otras, y esta técnica es una forma de romper esas barreras», indicó Cristiano.
«Está demostrado que aquellos que acceden a alguna forma de rehabilitación tienen una mejor evolución en su funcionalidad que aquellos que no tienen esta posibilidad», aseveró el especialista.
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La adaptabilidad de las neuronas
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Por la progresión de la enfermedad, en ocasiones algunas conexiones entre las neuronas de determinadas zonas del cerebro se ven dañadas y la persona pierde la funcionalidad que estaba asociada a esas neuronas en particular, por eso en cada brote de la enfermedad, pueden aparecer diferentes síntomas transitorios -o no- como pérdida de sensibilidad en una mano o brazo, de la vista en uno o ambos ojos, de la capacidad de desplazarse con normalidad, entre otros.
No obstante, con la rehabilitación adecuada, con frecuencia la actividad de estas neuronas puede ser tomada por otras de áreas no dañadas y así el organismo restaura la funcionalidad que se había perdido.
«Esto se ve muy claramente a través de resonancias magnéticas, adonde se logra visualizar que determinadas zonas del cerebro se activan para funciones nuevas, para las que antes no intervenían», destacó Cristiano.
«También hay investigaciones recientes que proponen que puede reestablecerse inclusive la funcionalidad de las neuronas dañadas, lo que contribuiría a mejorar la recuperación del paciente, pero nos da la pauta de todo lo que todavía debemos conocer sobre el funcionamiento del cerebro humano», concluyó Patrucco.