La exitosa periodista y escritora Florencia Canale presenta en sociedad su último libro en Rosario: “El Diablo. Bernardo de Monteagudo. El hombre prohibido, el héroe imposible”, publicado por Planeta. La cita es hoy, miércoles 27 de septiembre, a las 19, en Córdoba y Maipú.
“El Diablo cuenta la vida de Bernardo de Monteagudo, un hombre por ahí que les resuena. Uy ese nombre en una calle. El apellido, el apellido. Pero no muy claro quién fue. Por ahí ‘creo que era compañero de Mariano Moreno’, pues no. Y está muy bien que así sea porque me parece a mí que hubo una cierta operación de silenciamiento o de ignorarlo un poco porque fue un tipo como un gran provocador y fue un revolucionario feroz, un hombre que estaba medio prendido a fuego”, adelantó, al aire del programa El Puente, que se emite por Radio Mitre Rosario, Canale.
Respecto al protagonista de la historia, la escritora destacó: “Su vida terminó a los 35 años, demasiado joven para morir, tenía tanto para hacer, aunque había hecho muchísimo en tan poquito tiempo. Es un muchacho que nació en Tucumán en 1789 con un origen que también le valió acosos, persecuciones. Era hijo de una esclava, de una mulata y de un español pobre. Es decir, tenía un origen humilde pero además un origen negro y en general estos muchachos mulatos, mestizos, tal vez les costaba todo mucho más o tal vez no podían llegar a ningún lado salvo ser Cabral, hacer segundas y ceras líneas”.
En efecto, Monteagudo, está muy vinculado con las gestas independentistas latinoamericanas: “Un Jacobino de ley virulento y además el primer revolucionario porque nosotros por supuesto aquí en Argentina hablamos de nuestra Revolución de Mayo que fue en 1810 y que a partir de ahí empieza a prenderse fuego todo. Sin embargo, Bernardo de Monteagudo a los 20 años se integraba a las huestes revolucionarias, un año antes en 1809 en Chuquisaca, o sea que es el primer revolucionario, a los 20 años. A los 18 años se había recibido de abogado con honores en Chuquisaca, un lugar solamente permitido para las élites, digamos, la gente con escudos y dinero podía estudiar en Chuquisaca que era la Atenas de Sudamérica”.
Respecto a cómo llegó hasta ese lugar reservado para pocos, Canale, comentó: “Tuvo la buena disposición de un sacerdote del Presbítero Troncoso que había sido el patrón de su madre, es más, también circuló el rumor de que en realidad Bernardo era hijo de Troncoso y Catalina Cáceres, que era la madre, pero no nos importa si esto es así o no. Sin embargo, Troncoso fue gentil y le pagó los estudios en Chuquisaca al joven Bernardo”.
Así, Monteagudo, “salió adelante con enormes calificaciones, con una tesis aplaudida y con honores, inmediatamente se transformó en defensor de pobres e inocentes, digamos, ya desde joven se dio cuenta, además habiendo estudiado en Chuquisaca donde, se discutían esta nueva filosofía francesa, ruso y demás, era un lugar, era un polvorín, era un polvorín y el muchacho agarró, agarró esto y dijo, yo quiero estar ahí, yo quiero ser protagonista de mi vida y de la emancipación de este continente”, anticipó sobre su última producción Canale.