Este jueves por la noche en Las vegas, Estados Unidos, se celebró la entrega de los Grammy Latinos. La gala, que fue por su 18° edición, transcurrió entre presentaciones en vivo y discursos de los artistas. En el marco de la fiesta, se recordó a las víctimas del terremoto de México y el huracán de Puerto Rico y no faltaron los pronunciamientos de contenido social y político, entre ellos, el de Residente. Luis Fonsi, o mejor, Despacito, se erigió como la gran ganadora de la noche.
En ese sentido, se confirmaron las expectativas del público y los medios: el tema que este 2017 dio la vuelta al mundo al son de las voces de Daddy Yankee y Fonsi, fue elegida como la canción del año y se alzó con tres estatuillas más. En otra de las categorías destacadas, Mejor Álbum de Música Urbana, el podio fue para Residente.
Al momento de subir al escenario, René Pérez puntualizó sobre su país: «Puerto Rico no se levanta porque siempre ha estado de pie». Pero además se metió en un área donde el terreno quizás no era el ideal: la música como mercancía y el asunto comercial bajo el brillo de las luces de Las Vegas.»El arte no tiene que ver con cifras. En vez de estar poniendo cantidad de seguidores, hablen de los productores y de la música», disparó. Por su parte, Alejandro Sanz, fue otro de los que le dio el cariz social a la cremonia, quien puso el foco en la inmigración ilegal.
Entre las presentaciones en vivo figuraron: la de Natalia Lafourcade; Sebastián Yatra con Carlos Vives, el dúo pop Ha-Ash con Bronco; Juanes con Alessia Cara y Logic; J. Balvin con Bad Bunny, French Montana y Steve Aoki. Y claro, el broche de oro al rimo de Despacito, con Luis Fonsi, Bomba Estéreo, Víctor Manuelle y Diplo.