El caso de María de los Ángeles París, la maestra que murió dentro de la Comisaría 10° el 3 de mayo pasado, estremece a la ciudad y pone en jaque a unas de las instituciones que debe garantizar la transparencia de las investigaciones en hechos violentos. Es que, aún lejos de investigar a los policías de la seccional, el eje de las sospechas están puestas en el doctor Kuverling y su trabajo realizado en el Instituto Médico legal durante la primera autopsia a la que fue sometida el cuerpo de la víctima —hace un mes se hizo una reautopsia—.
«La primera autopsia fue precaria y parcial. No se hicieron las pruebas completas. Si hablamos del accionar de Kuverling podemos asumir que cometió negligencias o incluso un dolo para ocultar pruebas», explicó Guillermo París, hermano de la víctima, en diálogo con RosarioNuestro.
Para el familiar de la víctima, el accionar del Instituto Médico Legal deja a la vista una intención de que no se sepa que fue lo que ocurrió en la comisaría de barrio Alberdi. «La doctora Virginia Creimer, quien participó de la reautopsia, como representante de nuestra familia, nos dijo que las pruebas realizadas durante la primer pericia estuvieron claramente orientadas a no constatar si mi hermana presentaba lesiones internas», aseguró.
Por último, París aseguró tener la certeza de que cuando se conozcan los resultados finales —que se esperan para los próximos días— quedará demostrado que su hermana fue asesinada y se buscó encubrir a los policías que participaron del hecho.