Incendios en la Patagonia: más de 3.250 hectáreas afectadas por el fuego

La región patagónica argentina atraviesa una situación crítica debido al avance de las llamas. Según los últimos informes oficiales difundidos este domingo, la superficie total afectada por dos incendios forestales de gran magnitud se elevó a 3.250 hectáreas.

Ante la gravedad del panorama, el gobierno de Río Negro declaró la emergencia ígnea, mientras que en diversas zonas de la provincia de Chubut se mantiene un estado de alerta constante.

De acuerdo con las cifras actualizadas por la Agencia Federal de Emergencias, el foco más devastador se localizó en Monte Bagual, provincia de Río Negro, donde el fuego arrasó con 2.963 hectáreas antes de poder ser contenido.

En este sector trabajan arduamente bomberos, efectivos policiales y miembros del Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (SPLIF) de la provincia.

En paralelo, se registró otro foco en la zona de Puerto Café, ubicada sobre el lago Méndez dentro del Parque Nacional Los Alerces, en Chubut. En este caso, el incendio —que también se encuentra ya contenido— afectó a 287 hectáreas y requirió el despliegue de personal especializado de la Agencia Federal de Emergencias y guardaparques locales.

Las autoridades determinaron que el incendio en Monte Bagual se desató el pasado 23 de diciembre. El origen del desastre fue una quema de pastizales sin autorización realizada en un establecimiento agropecuario, en un contexto de altísimo riesgo debido a la sequía y las elevadas temperaturas que azotan a la región.

Como consecuencia directa de esta negligencia, productores rurales de la zona que sufrieron pérdidas totales han presentado una denuncia penal ante la Justicia. Cabe recordar que, bajo el estado de emergencia ígnea actual, rige una prohibición total de hacer fuego en Río Negro para evitar nuevos desastres de escala forestal.

Daños ambientales y tecnología en el combate

El impacto del fuego no se limitó a la vegetación terrestre. Por acción de los fuertes vientos, las llamas y las cenizas lograron cruzar el cauce del río Negro y alcanzar islas linderas, lo que facilitó una dispersión rápida y errática del incendio.

El balance de daños es desolador: se reportó la pérdida de montes naturales, bosques autóctonos, campos sembrados y fauna nativa, además de infraestructura clave como alambrados, corrales, galpones, herramientas y tendidos eléctricos de alta potencia.

Para hacer frente a esta catástrofe, el gobierno de Río Negro informó que desplegó un esquema de combate de vanguardia que integra inteligencia artificial, monitoreo satelital y simuladores avanzados.

Estas herramientas tecnológicas permiten a los brigadistas anticipar el avance de los focos y optimizar la toma de decisiones estratégicas en el terreno para proteger los recursos naturales que aún permanecen a salvo.