En el encuentro correspondiente a la vuelta por la final de la Liga Cañadense, una protesta al árbitro terminó en una brutal represión. Defensores de Armstrong y Sportivo Las Parejas se enfrentaban para definir el campeón, pero el deporte y la consagración quedaron lejos de ser el eje de la tarde.
Defensores se quedó con el partido por 2 a 0 y se coronó. El enojo de los jugadores de Sportivo por un gol anulado hizo que se acercaran a protestarle efusivamente al árbitro Leandro Bottoni. Ante el hecho, los efectivos encargados de la seguridad del partido comenzaron a reprimir para disipar a los futbolistas utilizando balas de goma.
Varios de los deportistas de la visita terminaron heridos y recibieron curaciones. Algunos fueron derivados para ser atendidos en un hospital de la zona.