No es noticia que la tecnología vino no solo para rescatar la educación de los límites que impuso la pandemia, sino también para mejorar su posterioridad para siempre. El compromiso estudiantil, ha mejorado desde que este ligero cambio de paradigma inundó las escuelas. En los colegios que apostaron por una ‘approach’ en torno al control de avances y digitalizaciones, se encontraron mejoras de atención y rendimiento en el estudiantado. Obviamente, hay un agente no democratizante de esta cuestión, ya que no todas las clases sociales pueden acceder a estas “mejoras”, especialmente en países tercermundistas. Pero tal vez en un futuro, eso puede cambiar y mejorar los rendimientos, modernizando el aula y la forma de dar clases.
En Argentina, como en muchas otras partes del mundo, diversas y múltiples compañías han apostado por esta loca idea de modernizar el aula. La innovación por parte de pymes o microemprendimientos, guían una nueva cultura de traer ideas para mejorar los resultados educativos desde el alcance tecnológico. Es por eso, que muchas start ups ya cuentan con inversiones extranjeras o multinacionales, para desarrollar sus plataformas en un marco que brindará apoyo sustancial a la academia, y por eso mismo, a todos nosotros y las futuras generaciones.
La transformación digital se aceleró con la pandemia. Pero no se trata de una sustitución de lo artesanal, sino de un proceso de transición a un nuevo status quo, puramente necesario. Son avances, nunca retrasos. Y más si se guían al campo de la educación, primordial requerimiento de nuestra sociedad. La optimización de laborales depende de recursos ‘dinamizables’. Justamente eso trae la era digital. Tal vez hay una idea equivocada, sobre la ‘robotización’ del estudiantado, pero no tiene nada que ver con eso. Es solo una búsqueda para la potencialidad. Formar el mejor profesional posible, y con lo que pide el mercado hoy en día, es necesario formular ese hombre nuevo.
Pero podemos preguntarnos en algún punto: ¿En qué focos de atención se encuentran trabajando estas empresas? Es allí donde nos enfocaremos a partir de ahora. Justamente en los términos que desarrollemos, es donde se encuentra la chispa que encenderá los pocos espacios que todavía deben despertar. El auge del sector, hoy por hoy, suele encontrarse en la tecnología inmersiva de la Realidad Aumentada y la de la Inteligencia Artificial. Dos conceptualizaciones de las cuales ya podemos estar familiarizados. Muchas startups se encuentran transgrediendo los límites propuestos por las anteriores a estas tecnologías de avanzada. La adaptación de la virtualidad a nuestra realidad, es tal vez una forma de ver las cosas, que promueven estas dos ideas. Conceptualmente hablando, es algo a lo que debemos apostar y seguir investigando. Inclusive esta cultura ya está inmersa en el día, por estudiantes que utilizan generadores de texto o resumidores automáticos. Puedes leer más del tema aquí, o conocer aquí cómo resumir un texto.
Un gran porcentaje, mayoritario, de las start ups del país, se encuentran trabajando en tecnologías educativas. Un fenómeno repetido en múltiples países anglosajones e hispánicos. La disrupción de la programación, es tal vez el segundo punto donde más emprendimientos han estado trabajando. Solo queda ver cómo seguirán sus avances y cuáles de ellos llegarán a tiempo, para enmarcarse en el ambiente estudiantil, académico o universitario.
Comentarios
Para comentar, debés estar registrado
Por favor, iniciá sesión