Luis Novaresio asistió en la tarde de ayer a la Marcha del Orgullo Gay 2019 que se celebra anualmente en manifestación de la búsqueda de igualdad de derechos para las personas pertenecientes a la comunidad LGBTIQ+ y compartió una alegre postal en la que se lo ve festejando por las calles de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
De Plaza de Mayo al Congreso, una multitud marchó con orgullo y visibilidad por un país sin violencia institucional ni religiosa. Y le gritó “basta” a los crímenes de odio. Esa fue la consigna principal que nuclea a las más de 60 agrupaciones que integraron la Comisión organizadora de la XXVIII° Marcha del Orgullo en Buenos Aires.
Noviembre es el mes del orgullo, en recuerdo de que en ese mes de 1967 se creó el primer grupo de diversidad sexual del país, Nuestro Mundo. Tuvieron que pasar 25 años para que, en 1992, Buenos Aires tuviera su primera marcha del orgullo, organizada por Carlos Jáuregui y César Cigliutti, dos referentes de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA). Fueron 300 personas, la mayoría con máscaras. El contraste es alto con la convocatoria actual: una multitud que salió a las calles para reivindicar la lucha por una sociedad más justa e inclusiva.
«Estoy muy contento, vine con mi novio. Vengo hace años, pero esta es la primera vez que lo hago abiertamente. Es muy lindo, esto es una expresión de libertad», comentó en diálogo con La Nación Novaresio, quien se animó por primera vez a asistir al evento de forma pública.
Asimismo, el periodista explicó en su columna de Infobae porqué marchaba: «La única discriminación que debe ser considerada es la positiva. La que impone destacar algo tan natural e individual como enamorarse de una persona del mismo sexo, para que esa discriminación, ese “aquí estoy como me ven”, surta efecto pedagógico en el colectivo todo que se resiste, en parte pero resiste, a que la diversidad es mucho más rica que el uniforme del “debe ser”. Esto es la marcha del orgullo: una discriminación positiva, asignarle un día arbitrario, para que se aprenda de todo lo que se hace segundo a segundo, día a día, mes a mes, año tras año.», escribió Novaresio.