La voz de Miguel del Sel luce algo agitada del otro lado de la línea telefónica. «Acabamos de terminar un picado con los muchachos…, recuperé mi vida normal», dice, en diálogo con el diario La Nación y con tono relajado el humorista, quien dejó su puesto de embajador en Panamá hace poco menos de un año para volver a las giras y las tablas con su lugar en el mundo: el trío Midachi.
Su mentado «retiro» puede quebrarse en cualquier momento, un poco por decisión personal, otro poco por necesidad del grupo político al que juró lealtad: el macrismo. El excandidato a gobernador de Santa Fe por Pro en 2011 y 2015 ya le avisó al presidente Mauricio Macri: está dispuesto a volver a recorrer la provincia si es que Luciano Laspina, figura emergente de Cambiemos a nivel parlamentario, decide enfrentar al radicalismo primero, al socialismo en el poder y al peronismo después, para tomar el control de esa provincia a partir de diciembre de 2019.
Se trata, en principio, de una «devolución de gentilezas». Laspina, execonomista del Banco Ciudad y dirigente macrista, fue quien acompañó a Del Sel en su corta pero meteórica carrera política, quien le abrió puertas y hasta quien se encargó de su «formación» en distintas disciplinas, de «abrirle el mate» según sus propias palabras. Ahora, la idea es «traspasarle» algo de su inmenso carisma al perfil académico de Laspina, quien aún no decidió si enfrentará al precandidato radical, José Corral (intendente de Santa Fe capital), en las PASO previas a la elección a gobernador.
«Lucho es mi pollo, en cuanto se defina estoy con él, porque es honesto y sabe un montón. Es un candidatazo», agrega Del Sel a LA NACION. Macri supo de sus intenciones en el retiro del mes pasado, junto a sus ministros, en Chapadmalal, donde el exembajador «pasó a saludar». «Le dijo que estaba todo bien, que jugara en la interna con Corral y quien se quiera presentar, y que el ganador recibirá el apoyo», cuentan en el macrismo santafesino.
«Más allá de Lucho, hay que ayudar a que gane la buena gente, los que no mienten», agrega el santafesino, e incluye en ese grupo no solo a Corral, sino al diputado provincial Federico Angelini (Pro), quien también se anotaría en la contienda.
Presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara baja, Laspina formó parte el año pasado de la lista de legisladores que derrotó al kirchnerismo y dejó en tercer lugar al socialismo, que gobierna Santa Fe desde 2007. «Tengo voluntad de jugar. Si es parte de un proyecto colectivo y suma que sea yo, aceptaría», contesta cuando le preguntan por su postulación. Laspina, quien se fotografió días atrás con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, a cargo de las relaciones con gobernadores y buena parte de los armados provinciales, espera el visto bueno del poderoso jefe de Gabinete, Marcos Peña, para avanzar de manera concreta. No quiere generar chispazos innecesarios con Corral, que luego de presidir el Comité Nacional de la UCR durante dos años se apresta a lanzar su candidatura a gobernador, con el apoyo del partido.
Apoyo crucial
Pero el encontronazo parece inevitable, sobre todo porque a Laspina también lo apoya Elisa Carrió. Incluso, esta hizo campaña por la lista de Cambiemos en Santa Fe, donde Laspina ocupó el segundo lugar. «Mi candidato es Luciano», repite Carrió desde 2016, y agrega lo mismo que Macri: que llegado el momento, una interna entre Laspina y Corral determine el candidato de Cambiemos. En Santa Fe, la CC-ARI pertenece formalmente al Frente Progresista que encabeza el socialismo, mientras que los leales a la volcánica diputada se reúnen en torno del llamado Espacio Carrió, pero aún no cuentan con un candidato a gobernador con chances.
El escenario provincial aparece, desde Cambiemos, abierto. Con el socialismo sufriendo el desgaste luego de años de gestión provincial y en Rosario -donde gobierna desde 1989-, y embarcado en una reforma constitucional con destino incierto, y el peronismo dividido luego de las elecciones legislativas, en el Gobierno creen al igual que Carrió que una vez superada la interna, Laspina tendría chances de salir airoso en un supuesto «mano a mano» con el peronista Omar Perotti, hoy al frente de las encuestas, y el gobernador Miguel Lifschitz o su antecesor Antonio Bonfatti defendiendo al PS. «El que apoye Mauricio será el gobernador», se entusiasma Del Sel.
Fuente: Jaime Rosemberg para diario La Nación