La jornada de audiencias de hoy comenzó a ritmo lento. La declaración de un empleado de Nextel, enmarcada en una permanente disputa entre el fiscal Gonzalo Fernández Bussy y los abogados, que lo interpelaron ante cada posible error del investigador, se llevó la mañana sin dejar más que algunos tecnicismos sobre las escuchas realizadas a la banda. Pero cuando parecía que el día se escapaba entre un fiscal titubeante y unos defensores despiadados, llegó una nueva intervención de Monchi Machuca. El acusado quiso adelantarse a Ariel Lotito, uno de los policías que tuvo un rol protagónico en las pesquisas del caso, quien debía atestiguar momentos después.
«Lotito me ofreció arreglar para no estar en la causa»
El cabecilla de Los Monos señaló que el policía que hablaría luego de su testimonio era un viejo conocido suyo, ya que había participado del cumpleaños de 15 de su hermana como personal de seguridad.
Según los dichos de Machuca, sólo vio a Lotito cara a cara en esa oportunidad; pero aseguró que tiempo después del homicidio de Martín Fantasma Paz, el uniformado se comunicó con un allegado a él para ofrecerle un acuerdo monetario para excluirlo de la investigación. Con este condicionante comenzó la declaración del policía.
«A Paz lo mataron por una deuda que tenía con los Cantero»
La participación de Ariel Lotito en la investigación contra Los Monos como integrante de la brigada operativa de la División Judiciales, fue fundamental. Según explicaron diversos testigos del caso, fue la persona que centralizó la información de calle de su equipo de trabajo y tuvo acceso directo a las fojas de la causa.
Lotito contó parte del modus operandi de la banda, describió la forma en que, según él, sembraban el terror entre sus vecinos de Las Flores y La Granada, parte de la organización interna del grupo e hizo particular hincapie en dos hechos.
Por un lado, señaló que Martín Paz —cuñado de Pájaro Cantero y supuesto encargado de lavar el dinero de la banda— fue asesinado al ser descubierto en un intento de independizarse de Los Monos. Según Lotito, Fantasma usó 10 millones de pesos que le había dado su familia política para ser lavados y los gastó en un cargamento de drogas que nunca llegó a Rosario. Cuando la banda le reclamó la plata, él no pudo saldarla, y fue ejecutado por orden de la cúpula de Los Monos.
Por otro lado, el policía señaló que la familia Cantero se quedó con 44 casas de un plan de viviendas creado por la Provincia para un grupo de vecinos que fueron reubicados durante la construcción del Casino City Center.
Al momento en que fue escrita esta nota, Lotito seguía declarando ante el tribunal.