Difícil es ser por estos días Marco Ruben o Fernando Zampedri en este Central de escasa generación de juego. En tres partidos oficiales, los delanteros canallas contaron con muy pocas chances concretas y las que pudieron tener, fueron bastante forzadas.
Si bien el «Toro» pudo convertir ante Riestra por Copa Argentina, mientras que Ruben atraviesa una prolongada racha adversa de 562 minutos sin gritos, lo cierto es que el juego o la ausencia del mismo los perjudica notoriamente.
No hay un sólo factor por el cual el equipo de Paolo Montero carece de elaboración, sino más bien muchos. Por un lado los bajos rendimientos de Federico Carrizo y Leonardo Gil, sumado a la intermitencia de Washington Camacho hasta el momento.
Sacando a Santiago Romero, que está para la marca más allá de que por características también se suelta para aportar en ataque como el disparo en el palo ante Colón, los volantes netamente ofensivos andan bajo una misma tónica: imprecisiones varias con la pelota en sus pies.
Con este panorama, parece ser Gustavo Colman el indicado para aportar de mínima algo más de claridad en el inicio de la gestación del ausente fútbol canalla, pero el ex Chacarita pasó de la titularidad habitual del primer semestre a no jugar ni un minuto frente a Colón, apenas seis frente a Riestra y 23 contra San Lorenzo.
Central volverá este miércoles a las prácticas luego de dos días de descanso para los futbolistas, pero el que seguramente seguirá carburando en su cabeza es Montero, buscando solucionar la principal falencia de su equipo en cuanto a la generación del juego.
Lo próximo en el calendario es la visita a Temperley el lunes a las 21.05, así que el uruguayo tiene tiempo para reajustar las piezas y enderezar el, hasta el momento, incierto rumbo auriazul.