Nara Del Grecco, a un año de su trasplante: «Voy a intentar contactarme con la familia del donante»
Nara Del Grecco es oriunda de Firmat, hace un año esperaba un trasplante de hígado a raíz de una “peliosis”. Hoy celebra su buen estado de salud con una carta publicada en sus redes sociales. La joven dialogó con el programa El Puente por Radio Mitre Rosario y contó que no sabe quien donó el órgano, sin embargo afirmó que va a intentar el contacto con la familia.
«Es una oportunidad que la vida me regaló, un volver a nacer que no todos lo tienen. A veces el órgano llega y muchas veces no, en mi caso se dieron todas las condiciones y a eso lo llamo un milagro, que es lo que quise expresar en mi texto», contó Nara.
Por otra parte, explicó que si bien tuvo que cambiar hábitos para adaptarse a ciertas cosas de su vida, «el poder vivir fue lo más increíble». Nara padeció peliosis severa, una enfermedad producida por el consumo de pastillas anticonceptivas. «Lo que me pasó es que se me empezaron a romper los vacitos del hígado, previos al trasplante tuve cinco operaciones, todo en 20 días», recordó.
En relación a quién fue su donante, la joven afirmó que no conoce su identidad, sólo que es una mujer de San Luis: «Tengo muchas ganas, ahora que se cumplió el año, de intentar el contacto. Busqué darle un espacio porque entiendo que para ellos es un proceso doloroso». Para finalizar, Nara resaltó que «es muy loco que una persona que tiene que morir le abre las puertas a otras, así como para mi caso vino el hígado».
La carta de Nara
“17/09/19: A los 26 años un 17/09/18, exactamente un año atrás, me salvaron la vida colocándome un hígado de una donante puntana. El diagnóstico: Peliosis Severa.
Que contradicción no? Una vivió y otra murió, así de simple, así de duro. Fueron meses interminables, 5 operaciones que derivaron en una sexta, el trasplante. Ni contar el tiempo que me llevo volver a caminar y poder movilizarme por mis propios medios. Puse en pausa mi vida entera, me entregué de lleno a lo que el destino puso en mi camino, me enfoqué en mi recuperación y la chica que ven en la última foto es lo que conseguí tras meses de perseverancia, de no bajar los brazos, de dolor, de noches eternas sin dormir, llantos sin consuelo, de preguntas como: por qué a mi? Cuando me dieron el alta pesaba 32 kg, no podía mantenerme parada, me agitaba para hacer 5 pasos seguidos, hoy llevo casi 46kg. Resulta que nadie está preparado para estas cosas, no nos preparamos mentalmente para lo malo, por eso es importante aprender a sacar siempre de lo malo un cachito de bueno. Y freno un rato acá para hablar de la RISA; fue la que convivió siempre conmigo, con dolor, sin dolor, viendo el sufrimiento de las personas que me quieren, viendo como había dejado un montón de cosas atrás y que la mayoría no fueron iguales cuando me desperté y ahí venía la rabia, la desesperación..pero la risa siempre firme, porque sana, te hace estar en paz. Una persona sonriente transmite buenas energías y era justo lo que necesitaba!
Vivimos tan al palo, preocupándonos y sufriendo por cosas tan chiquitas que cuando algo nos toca tan de cerca ahí valoramos lo realmente importante, entonces pienso: casi me muero, a qué le puedo tener miedo?
Estuve intubada sin poder respirar por mi misma. Enchufada a una cantidad impresionante de aparatos, inmóvil en esa cama por tanto tiempo..Me aferré a los sueños, porque soñar que uno puede más es tan hermoso. Si yo no soñaba en esa cama del sanatorio no salía!
Y es que vivimos en nuestro mundo metidos en nuestras cosas y nos descuidamos de prestar atención a lo simple!
Por eso hay que soñar mucho, vivir más y morir de risa!! AMARNOS y AMAR LA VIDA”.