Newell’s se hunde en su propio laberinto: Bernardi debutó, pero la Lepra volvió a tropezar en casa

Por Mauro Yasprizza.

En el estreno de Lucas Bernardi como entrenador, Newell’s cayó 1-0 ante Unión en el Coloso Marcelo Bielsa. Un cabezazo de Nicolás Colazo y las manos seguras de Tagliamonte condenaron a un equipo que volvió a mostrar esfuerzo sin rumbo. Con el torneo en la recta final, el fantasma del descenso ya dejó de ser una amenaza lejana.

Newell’s mereció más, es cierto. Pero en el fútbol —como en la vida— el merecimiento no se anota en el marcador. Y eso fue, otra vez, lo que ocurrió en el Parque Independencia: el equipo rojinegro mostró voluntad, actitud, incluso alguna reacción emotiva, pero sin claridad, sin juego y sin eficacia. Unión, puntero de la zona A, fue práctico, inteligente y letal.

El gol de Colazo, de cabeza y casi sin oposición, marcó la diferencia en un primer tiempo donde la Lepra volvió a mostrarse desordenada y ansiosa. En el complemento, con el empuje de su gente y los intentos de Guch y Acuña, el local buscó el empate con más coraje que ideas. Pero del otro lado estaba Tagliamonte, figura silenciosa de una noche que terminó siendo cruel para el debut de Lucas Bernardi.

El regreso del ídolo al banco despertó ilusión, pero la realidad golpeó más fuerte que la nostalgia. Newell’s se encuentra atrapado entre su pasado glorioso y un presente que lo ahoga en la tabla. Los hinchas lo saben, lo sienten, lo sufren: el cierre del torneo no será una simple formalidad, sino una lucha contra sus propios errores, contra la irregularidad, y, sobre todo, contra el miedo a caer.

Hoy la Lepra no está descendida, pero juega como si temiera estarlo. Y en el fútbol argentino, ese temor suele cumplirse cuando se deja de creer.

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Rosario Nuestro

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