Newell’s llegó a La Plata con el fin de despedir la Superliga sumando esos puntos que, como dice siempre De Felippe, tan importantes son para lo que viene. Gimnasia se impuso 2-0, con justicia, ante una equipo rojinegro que terminó el semestre como lo empezó: jugando mal, y más de visitante.
Lejos estuvo de ser el equipo que casi logra la histórica hazaña ante Atlético Parananense. La Lepra, ante el Lobo, volvió a ser ese equipo al que lastiman con facilidad, y que poco genera para dañar al rival.
La primera mitad fue chata. Nada pasaba. Ninguno de los dos equipos tomaba el protagonismo de juego, y la especulación prevalecía en el Bosque. Todo cambió con una pelota a favor del local que, con un despiste defensivo de Newell’s, Ortíz encontró la pelota en el segundo palo y puso el 1-0.
En el segundo tiempo todo continuó como venía. Los de De Felippe pocos méritos hacían para empatar el resultado. Una muy clara tuvo en la cabeza de Luis Leal que, de haber convertido, la historia seguramente hubiera sido otra.
Los minutos simplemente corrieron, y Gimnasia liquidó el partido a través de Bonifacio en la última etapa del encuentro. 2-0 y final en La Plata. Newell’s cerró una temporada para el olvido, donde el cambio de técnico cambió para bien, y notablemente, la imagen de un equipo que necesitará si o si de refuerzos para afrontar la próxima temporada si no quiere tener problemas.