Por Mauro Yasprizza
El equipo de Cristián Fabbiani cayó 3 a 1 ante Argentinos Juniors por la fecha 13 del Clausura 2025 y quedó más hundido que nunca. Herrera abrió el marcador, pero la ilusión duró apenas unos minutos. Astore mira desde un costado, mientras el ciclo del “Ogro” se consume en la intrascendencia. Lo único positivo: también perdieron Godoy Cruz y Aldosivi.
Newell’s ya no juega: sobrevive. Y lo hace con la misma torpeza con la que Espínola salió a buscar esa pelota que terminó en el segundo gol de Argentinos. El resto fue una película repetida, pero con el final cada vez más anunciado.
El equipo de Fabbiani se desmoronó después del gol de Herrera, ese espejismo que apenas duró doce minutos. En el resto del partido, el Bicho lo paseó, lo expuso y lo goleó sin necesidad de hacer demasiado. Los tantos de Porcel, Godoy y Florentín fueron sólo la evidencia de un derrumbe que ya ni sorprende.
Mientras tanto, Fabbiani gesticula, se justifica y repite discursos vacíos que ya nadie escucha. Y del otro lado, Ignacio Astore sigue en silencio, como si el incendio del club no fuera también su responsabilidad.
La Lepra perdió otra vez y el descenso ya no es una amenaza: es una sombra que le respira en la nuca. El único consuelo, si es que eso puede llamarse consuelo, es que también tropezaron Godoy Cruz y Aldosivi. Pero lo de Newell’s ya no depende de otros resultados, sino de una decisión política y futbolística que se sigue postergando: ponerle fin a una era que nunca empezó.
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