Para la mayoría de los chicos la merienda es una de las comidas preferidas del día. Sin embargo, muchas veces los alimentos elegidos son altos en azúcares, grasas y procesados por lo que no representan ningún nutriente para los niños.
¿Qué tiene que tener una merienda saludable?
- Productos frescos y que no sean ultraprocesados.
- Puede incluir una fruta, un lácteo y carbohidratos.
- Pancitos o galletitas caseros con avena, sándwich integral con humus y jamón natural, budín casero de harina integral y naranja, son algunas opciones de meriendas.
- Yogur natural con trocitos de fruta natural o frutos secos como dátiles, orejones, ciruelas, pasas, quinoa hinchada o cereales integrales.
- Frutos secos.
- Tortita de avena y banana o pancakes.
- Muffins de manzana y avena, cacao amargo, naranja, arándanos, etc.
- Tostada de pan integral con jamón, pavo, tomate, atún, palta, etc.
“Es muy importante observar las etiquetas de todos los productos y los valores nutricionales para que los alimentos que elijamos se adapten a las necesidades de los niños en el momento de su consumo” explica la licenciada en Nutrición Blanca García Orea.
“Las mejores opciones deberían ser frutas frescas, cereales integrales, lácteos naturales, frutos secos, etc. La elección dependerá del gusto y actividad que realicen los niños” agrega la nutricionista.
Si la merienda es en el hogar se pueden elegir otras opciones como huevos revueltos, omelete, batido de fruta fresca con leche vegetal, etc.
Cocinar con ellos: un plan divertido
“Es muy recomendable que los niños se involucren en su alimentación y puedan participar de sus preparaciones, partiendo de sus preferencias. Por ejemplo, que pueda elegir las frutas que más le gusten y las prepare en su táper favorito o sea él quien elabore su bocadillo, sus propias galletas, etc”.
“Gran parte de los hábitos que van a acompañarnos durante nuestra vida se desarrollan cuando somos niños. Por eso, es muy importante que los padres ayuden a generar buenas pautas alimenticias que favorezcan la salud general de los hijos en su infancia y el resto de las etapas de su vida” concluye Blanca.