Richard Massone, reconocido mago de la ciudad con trayectoria internacional, habita desde hace 15 años un departamento en barrio Martin, sobre avenida Libertad a la altura de calle Mendoza. Tanto él como otros rosarinos, eligieron este exclusivo espacio de la ciudad por la tranquilidad que lo caracteriza. Sin embargo, hoy existe una preocupación ante la posible instalación de un salón de eventos, en el espacio sobre la barranca, donde supo funcionar el histórico bar Múnich. Según, los vecinos las expectativas sobre el salón reúnen las características de un boliche encubierto.
En diálogo con Radio Mitre Rosario, Massone dijo que este espacio tiene la posibilidad de realizar mensualmente seis eventos a los que calificó como “multitudinarios y que, en el fondo, podrían estar encubriendo la posibilidad de esto “funcione como una disco”. Una de las preocupaciones es lo que generaría este espacio, teniendo en cuenta que con sólo cruzar la calle existen edificios de viviendas. “Es imposible tener una casa bailable enfrente de la casa de uno. Hablo desde el sentido común y el respeto al prójimo”, indicó Massone.
La empresa en cuestión es Cuatromasuno, ganó la concesión en 2013 y pertenece a un empresario ligado al ámbito gastronómico. El espacio ya debería estar funcionando pero, sin embargo, hubo diversas interpretaciones en torno al pliego licitatorio, donde estaba incorporada la categoría “salón de eventos” que no figura dentro del nomenclátor municipal, lo cual generó un gris legislativo que llevó a la situación de hoy en día.
El secretario de Gobierno, Gustavo Leone, envió a principio de este mes una intimación a la empresa Cuatromasuno, que debería comenzar a dar servicios en el transcurso de 15 días. “Si no abren se les da por caduca la concesión”, afirmó. Del lado de la empresa, se mostraron abiertos a lograr un consenso y dijeron que “la idea es abrirlo antes de fin de año”, tal como advirtió el funcionario.
Leone remarco que el local tiene habilitación para funcionar como bar restaurante y, circunstancialmente, y por pedido expreso y con autorización previa del municipio, tiene posibilidades de hacer algún evento con actividad bailable. Este permiso de parlante se tramita ante la Dirección de Inspección General y está regulado bajo la órbita de la ordenanza de espectáculos públicos, que prevé la posibilidad de eventos circunstanciales
Leone informo que, ante este pedido, se controla que se cumplan las condiciones de seguridad y todo lo relativo al análisis del entorno, y si corresponde y es factible se concede el permiso. “No es una actividad ni permanente ni habitual sino que se solicita cada vez que se necesita con un máximo de seis al mes, aunque es discrecional de la administración resolverlo. Si llega a haber alguna denuncia de vecinos o problemas con el entorno, no se le va a otorgar”, informó.
“Con los vecinos nos vamos a reunir en cuanto quieran. Yo no tengo problemas en atenderlos. De parte del municipio siempre hemos preservado el descanso de los vecinos, de hecho, hemos cerrado muchísimos locales y hemos caducado habilitaciones por tener molestias en el entorno, así que esto no va a ser la excepción si esto ocurre”, explicó.