En el marco de la discusión por el pliego de la concesión de la basura en la ciudad, un grupo de concejales, en conjunto con organizaciones sociales, presentó un proyecto de creación de un servicio público de reciclado. La presentación fue a mediados de año. El proyecto incluye una serie de dispositivos que ayuden a ir cumpliendo las metas de Basura Cero y se financiaría con el 2% del total del presupuesto del pliego que está destinado a proyectos de reciclaje y que deberá aprobarse antes de fin de año.
La propuesta de las organizaciones y los concejales es jerarquizar el trabajo de los cartoneros para que tengan derechos laborales y, además, industrializar la actividad de recolección. “La crisis que ha generado en el sector el cese de la tracción a sangre se convierte en una oportunidad para mejorar las condiciones a través del formato de cooperativas”, dijo el concejal Eduardo Toniolli, quien remarcó que existen experiencias en el mundo, pero también en Argentina, como es el caso de la ciudad de Buenos Aires.
“No quiere decir que eso reemplace a la recolección tradicional domiciliaria. En realidad es una especie de rueda de auxilio, un aporte que pretende darle cierta organicidad y formalidad a algo que ya existe, que es el trabajo de los cartoneros”, explicó Toniolli.
Producto de que el pliego dispone de que exista un 2% de los recursos que el municipio obtendría a partir de la concesión del servicio, y que estos deberían ser destinados a políticas de reciclado, Toniolli aseguró que es necesario crear nuevos dispositivos y fortalecer los existentes como la creación de una nueva planta de reciclaje y por otro lado, que se genere una prueba piloto en algún barrio de la ciudad donde se trabaje con los vecinos y que esa experiencia, pueda trasladarse posteriormente a otros sectores.
Este pedido se incluiría dentro del nuevo pliego de recolección y relleno sanitario que espera tratamiento a corto plazo en el Concejo Municipal. En diciembre del año pasado, el Ejecutivo se topó ante una reunión donde participaron las comisiones de Ecología, Servicios Públicos, de Gobierno y de Presupuesto en el Palacio Vasallo. En esa ocasión, la intendenta Fein pretendía renovar directamente el contrato con la empresa Resicom, operadora del relleno sanitario de Ricardone, por unos mil millones de pesos por siete años, para continuar enviando allí los residuos de la ciudad.
Los concejales opositores que participaron aquella vez, se negaron rotundamente a que el pliego salga sin una licitación. Por lo tanto, el dictamen que salió en conjunto desde las comisiones estableció prorrogar por un año más el contrato actual. El pliego ingresó al concejo a mediados de este año y quedó dormido en la comisión de Servicios Públicos donde el oficialismo cuenta con mayoría.
En esa oportunidad algunos concejales fijaron sus posiciones, como la socialista Verónica Irizar, que dio a entender que Resicom era el único proveedor apto para el tratamiento de basura por la magnitud que demanda la ciudad de Rosario.“Para ser honestos y transparentes, no hay mejor opción que Resicom porque las otras no son sustentables ecológicamente o son más costosas si eligiésemos un mayor traslado”, puntualizó.
Por su parte, Renata Ghilotti (PRO) insistió con el llamado a un proceso licitatorio, gestionar nuevos actores proveedores del servicio y dotar de mayor transparencia al vínculo entre el Ejecutivo local y la empresa prestataria.
Diego Giuliano criticó la modalidad del Palacio de los Leones y dijo: “No recibimos un proyecto, recibimos un contrato firmado. Esto podría segmentarse, y ver otros oferentes que pueden hacerse cargo de una parte de la disposición final de residuos”.