Una rosarina dejó la docencia para dedicarse a la creación de contenido en OnlyFans, una plataforma de contenido para adultos exclusiva, por la que brindó detalles sobre su modalidad de trabajo y las diferencias económicas que esta le generó.

En diálogo con Solo un Momento, programa de Radio Mitre Rosario y Radio Mitre Mar del Plata conducido por Érica Fontana, Martina Cuffaro Russo aseguró que trabajaba “mañana, tarde y noche” como docente, pero que los ingresos económicos no le “alcanzaban” y decidió vender contenido para adultos.

“Ejercí un año y medio la profesión, hermosa profesión, pero me empezó a pasar mientras trabajaba que no me sentía cómoda. Me encanta explicar, no va por ese lado porque estar con los chicos y eso me encanta, es algo que me apasiona. Me empezó a pasar que económicamente esta profesión está muy mal remunerada hace muchos años ya”, explicó la joven de 24 años.

Al respecto, la rosarina agregó: “En cuanto a dinero, no me era suficiente. También era escuchar quejas en sala de docentes sobre todo, no había día que no haya quejas. Yo decía: ‘Esta no es la vida que yo quiero. No quiero estar más así’”.

Cuffaro Russo se extendió en los motivos que la llevaron a tomar un nuevo camino. “Mientras trabajaba, subía videos a redes sociales sobre deportes y fitness. Me encanta el deporte, era más sobre entrenamientos y recetas. Me empezó a pasar que muchos hombres me comentaban: ‘Hacete OnlyFans’. Ahí me generaba la duda, pero yo no dejaba de ser docente”, dijo.

Si bien en primera instancia dudo sobre la decisión y averiguó sobre el funcionamiento de la plataforma, expresó: “Estaba desinformada, no sabía bien de qué trataba. Se piensa que es contenido pornográfico y ya, pero la realidad es que va mucho más allá de eso. Yo por ejemplo no hago nada explícito. Hay chicas que lo hacen y está perfecto, cada una elige qué subir, pero en mi caso no va por ahí”

La rosarina remarcó que “OnlyFans es una plataforma para subir contenido, charlar con otras personas, que capaz le interesa algo puntual o específico, y venderlo”. Por ello, añadió: “Elegís el precio, charlás y no tiene nada que ver con lo pornográfico. La cantidad de dinero que se hace y en dólares, por cosas que todos piensan ‘¿esto se paga?’, y sí”.

A su vez, aclaró que para ser creadora de contenido en la plataforma “es gratuito y obligatoriamente mayores de 18 años”, por lo que señaló que OnlyFans “hace distintas verificaciones para comprobar” que el usuario es mayor de edad.

“Es compleja de entender la plataforma, a mí me costó entender al principio porque son muchas las verificaciones que pide para corroborar que sos mayor y que no tenés obligación de hacerlo”, sostuvo.

En la misma línea, continuó: “El contenido es muy variado. Mucha gente se sorprende cuando les cuento lo que se vende. Vos podés elegir lo que quieras hacer. Yo tengo un curso en donde enseño cómo vender de manera oculta, para otros países. Arranqué de manera oculta, ahora lo hago público, pero antes lo hacía para Estados Unidos, Arabia, otros países”.

El contenido de OnlyFans

“Me han pedido desde experiencias por texto, sin fotos ni nada, hasta un fetiche que es la experiencia de ser cornudo, que consiste en que una persona te paga por hacerte pasar por su pareja, por texto, y diciéndole que lo engañás”, contó.

En tanto, sumó: “Por 30 minutos o una hora de solamente charlar por texto podés ganar unos 2 mil dólares o más. Todo se abona en la plataforma, eso es lo bueno que tiene. Para las chicas que lo quieren hacer en modo oculto, el dinero del fan ingresa en la plataforma, donde no tienen ningún dato tuyo y después lo retirás de manera confiable y legal”.

Romper el estereotipo

“Cuando arranqué en OnlyFans ya había dejado la docencia. Sabía que me iba a ir bien con esto, me lo propuse y al mes ya estaba ganando muchísimo más que en un mes de docente”, remarcó con respecto a su decisión, por la cual invitó a quienes no se atrevan a dar el paso.

“La realidad es que en OnlyFans no necesitás tener ‘ser linda’ entre los estereotipos. Hay mujeres de 70 años que hacen el curso conmigo y están ganando fortunas. Son gente normal, que trabaja. Se vende todo. Desde la experiencia de ser cornudo hasta el fetiche de los pies. Mientras más raro es, más dinero se pide. Por ejemplo, con sacarte fotos de los pies, ganás 100 dólares y no tenés que hacer más que eso”, concluyó.