Por Nicolás Menna Lambertucci
«El tránsito en Argentina, sobre todo la interrelación de peatones y automovilistas y de estos entre sí, es una genial adaptación al imprevisto. Nadie sabe qué va a hacer el otro, pero como a ese otro le ocurre exactamente lo mismo, ambos están libres y presos en la misma incertidumbre”.
Para quienes a diario salimos a la calle, la semblanza del Dr. Florencio Escardó para representar al tránsito argentino no escapa a la realidad de Rosario. Y bien podría dar la respuesta a la inquietud acerca de cómo manejamos. El día a día muestra más un espíritu de supervivencia que de apego a las normas en materia de tránsito. Qué dicen las estadísticas sobre siniestros con fallecidos en Rosario y el país.
En la línea de Escardó, su colega, el Dr. Osvaldo Aymo, subsecretario de la Agencia provincial de Seguridad Vial (APSV) y especialista en el tema, profundizó, en diálogo con este medio, acerca del comportamiento de los conductores en la ciudad, el (no) respeto por las leyes, la consideración por el otro y brindó datos de interés sobre siniestralidad y otros asuntos asociados al universo del tránsito.
Durante la charla con Rosario Nuestro, Aymo analizó: “Hay un estudio muy interesante que hizo la Universidad Siglo 21, de hace 3 años, donde demostró que el 80% de los conductores de Argentina considera que maneja bien. Pero cuando se les preguntó cómo manejan los otros, el 80% dijo que manejan muy mal. Las cuentas no dan”. Y aseguró que, tanto en Rosario, como en Argentina, “el incumplimiento de las normas es terriblemente alto”.
Para responder al interrogante de cómo manejamos, el funcionario también consideró necesario analizar la cultura vial de una sociedad. Por ejemplo, “soy un sueco y me trasplantan a Rosario, estoy en calle Dorrego en la intersección con San Lorenzo y me encuentro con un peatón lícitamente parado para cruzar la intersección. Qué dice la ley, que todo peatón lícitamente parado para cruzar una esquina tiene prioridad de paso. Mi cultura –de sueco-, dónde yo me formé dice que eso hay que respetarlo y lo que voy a hacer es darle prioridad de paso. Pero mejor que mire por el espejo retrovisor qué va a hacer el que viene detrás mío. Esa es la cultura vial de un país”, remarcó.
Los números
Por otra parte, según las estadísticas de la Dirección Provincial del Observatorio Vial, se destaca que, de la cantidad de muertos en accidentes de tránsito, en Santa Fe, el 48% son conductores de motovehículos. Además, indica que el rango etario de mayor concentración de fallecidos se registró entre los 15 y 34 años.
Los datos corresponden al informe preliminar sobre la siniestralidad vial con lesionados y fallecidos en la provincia de Santa Fe durante el año 2020.
En tanto, con información preliminar de los años 2020 y 2021 del Observatorio Vial, también se pueden cuantificar los siniestros viales con fallecidos en la Provincia de Santa Fe, en el distrito Rosario y sobre la Ruta Nacional A008 (Av. de Circunvalación), de la ciudad.
Así, en 2018 hubo un total 521 en Santa Fe, de los cuales 75 ocurrieron en Rosario, y de estos, 16 en Circunvalación. De este modo, el porcentaje de los siniestros en la ciudad representa 14% del de la provincia, y los ocurridos en Circunvalación, el 21% de los accidentes en Rosario.
El año 2019 se mantuvo con cifras similares: 522 en Santa Fe, 82 Rosario y 15 en Circunvalación. El portaje de Rosario fue el 16% y de Circunvalación el 18%.
En 2020, año del comienzo de la pandemia y donde hubo importantes restricciones a la circulación de personas, los guarismos muestran una caída: los siniestros en Santa Fe fueron 360, en Rosario 60, y en Circunvalación 11, el porcentaje de Rosario fue el 17%, y de Circunvalación el 18%. Una vez más, esa arteria se presenta como la más peligrosa.
Mientras que en 2021 hubo un total 420 siniestros viales en Santa Fe, de los cuales 64 ocurrieron en Rosario, y de estos, 12 en Circunvalación. De este modo, el porcentaje de los siniestros en la ciudad representan 15 % de la provincia, y los ocurridos en Circunvalación, el 19% de los accidentes en Rosario.
No obstante, datos del ISEV, el Instituto de Seguridad y Educación Vial, reflejan un aumento del 26,7% de la mortalidad, morbilidad y siniestralidad vial grave respecto a mayo de 2021. Y de estos, la tasa mortalidad vial se incrementó 57,1 % en comparación con igual mes del año pasado.
El tránsito, el otro y el deficitario transporte público
En este marco, bien vale la reflexión del subsecretario de la APSV, Osvaldo Aymo: “Si todos hiciéramos lo que debemos hacer, contribuimos mucho a mantener en niveles normales el riesgo del sistema. El sistema de tránsito es riesgoso siempre, el riesgo cero no existe. De este modo, con mi inconducta puedo aportar a aumentar los niveles normales de riesgo y eso puede terminar en accidentes”.
Así las cosas, para el especialista “nosotros manejamos muy mal”. Al respecto enfatizó en varias cuestiones. Primero, “por falta de formación, porque acá se considera que todo el mundo tiene que tener una licencia. En 1901 Karl Benz, uno de los inventores del automóvil, dijo que ‘el marcado masivo del automóvil se iba a ver seriamente limitado en el mundo porque no iba a existir la capacidad de capacitar como choferes a más de un millón de personas en todo el mundo”.
Y, segundo, “tampoco hay un transporte público de calidad, que es parte del problema, no de la solución. Hoy, en los países más desarrollados del mundo, España incluido, un adolescente de 18 años no tiene interés en tener una licencia de conducir, sino en tener el último Smartphone. No le interesa conducir, porque tiene transporte público”, sostuvo.
Con todo, a la luz de las estadísticas, el tránsito parece ser el reflejo de una sociedad anómica, de desapego a las reglas, donde el sálvese quien pueda rige los principios de ciudadanos perdidos. El problema es que el precio de no reparar en la presencia del otro, también al volante, puede ser muy alto.

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