Este lunes 19 de julio se cumplen 14 años de la muerte del escritor, humorista y dibujante rosarino Roberto «el Negro» Fontanarrosa, ícono cultural de la ciudad y del país, hincha fanático de Rosario Central, poseedor de un nivel de ironía y humor ácido con el que retrató como pocos el modo de ser y la cultura popular argentina, a través de sus cuentos y de sus personajes como Boogie, el aceitoso, Inodoro Pereyra o Mendieta que reivindican su entrega al trabajo, así como su sencillez y generosidad.
«Nunca dejó de ser un sencillo muchacho de Rosario que no se tomaba en serio, y que creaba sus historias a partir del ojo y el oído atento: de los diálogos que escuchaba de casualidad en la famosa Mesa de los Galanes que compartía con sus amigos en el bar El Cairo», recordó en ocasión del décimo aniversario de la fecha trágica Daniel Divinsky, quien editó su obra por 40 años en Ediciones De la Flor.
«Lo conocí por un artículo en la Revista política «Desacuerdo» -una publicación de izquierda, aunque él era independiente-. Lo que escribió me sorprendió por la combinación de lo sintético y agresivo y de un humor verbal prodigioso», continuó Divinsky, que editó más de 70 obras del humorista, entre libros de historieta como «Boogie, el aceitoso» e «Inodoro Pereyra», y las tres novelas «Best Seller», «El área 18» y «La gansada».
Su carrera se inició en revistas de Rosario como «Boom», «Zoom», «Deporte 70» o «Risario», trascendería luego a nivel nacional por la originalidad de sus dibujos y la rapidez con que los ejecutaba, de ahí que su producción gráfica fuera tan prolífica o abundante, con sus primeros grandes pasos a nivel nacional en revistas como Hortensia o Satiricón y el diario Clarín.
Sería desde esos medios en donde tomarían gran popularidad sus personajes como «Boogie, el aceitoso» -que llegó a publicaciones de Colombia y México-, y el gaucho Inodoro Pereyra, siempre unido a su perro Mendieta.
Hincha canalla y además muy fanático del fútbol, también es hartamente conocido por la cantidad de obras escritas con el deporte como temática, como el cuento «19 de diciembre de 1971», en el que relata una historia alrededor de la victoria de Central sobre Newell’s en la semifinal de un torneo Nacional (el día de «La palomita de Aldo Pedro Poy»), «El ocho era Moacyr» o las historias sobre «La hermana Rosa», una mentalista excéntrica protagonista de historias relacionadas a los eventos en los que jugaba la Selección Nacional.
El 20 de noviembre de 2004 sumó el título de «expositor» en el III Congreso de la Lengua Española que se desarrolló en Rosario. Allí arrancó aplausos y risas con la charla titulada «Sobre las malas palabras»
Un año antes se le había diagnosticado esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
La afección lo haría dejar de dibujar en 2007, aunque siguió escribiendo los guiones. El historietista Crist se encargó de ilustrar sus chistes sueltos, mientras que Óscar Salas hacía lo mismo con sus historietas de Inodoro Pereyra.
Entre las distinciones que recibió –por citar un par–figuran el Premio Konex en 1992 y el Konex de Platino, en 1994. El 26 de abril de 2006, el senado le entregó la Mención de Honor Domingo Faustino Sarmiento,por su labor y aportes a la cultura argentina.
El Negro murió el 19 de julio de 2007, a los 62 años.
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