El Sindicato de Obreros de Estaciones de Servicio había lanzado el pasado viernes un paro de 24 horas para este miércoles por la negativa de parar con los despidos que existió en la reunión anterior que mantuvieron con los empresarios del sector.
Luego de la audiencia que se llevó adelante en el Ministerio de Trabajo de la provincia, decidieron dar marcha atrás con esta medida y quedaron abiertos a un dialogo.
La decisión de no permitir el uso de tarjetas de crédito para la venta de combustibles complicó la situación del sector. En ese sentido, señalan que los bancos les pagan a 28 días y le sacan 1,5 por ciento por cada venta.
Desde la cámara de estacioneros lamentaron la falta de un cuerdo entre las partes y además, indicaron que se está gestionando con los gobiernos nacional, provincial y las petroleras mejorar la rentabilidad del negocio.
“A esta situación de crisis que vivimos los expendedores de combustibles de nuestra provincia se llega a raíz de la significativa caída de volúmenes de venta sufrida por la competencia desleal intramarca a través de canales mayoristas de comercialización, a la desigual carga tributaria originada en la diferencia de alícuota de ingresos brutos impuesta y a los altos costos financieros y de comercialización que debemos soportar los Expendedores en la explotación de la actividad”, explicó la entidad empresaria en un comunicado.