Susana Giménez le ganó un reclamo a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) conducida por Ricardo Echegaray, que la había acusado de no haber declarado parte de su patrimonio.
Todo comenzó en 2011, cuando la diva de la televisión argentina se quejó en su programa por no poder comprar dólares. Un tiempo después, AFIP inició una investigación sobre ella y luego la denunció por la presunta omisión de bienes en su declaración jurada para comprar unos terrenos en Uruguay.
La AFIP argumentaba que la estrella televisiva había utilizado fondos no declarados a través de una sociedad (Splungen) constituida en un paraíso fiscal, Singapur, para concretar esa operación inmobiliaria.
César Litvin, el abogado de Susana Giménez, consiguió demostrar que la diva había efectuado un préstamo a esa sociedad que había declarado y que, desde allí, se había efectuado una transferencia al escribano en Uruguay que intervino en la compra de dos terrenos en la zona de Punta del Este.
Ya en 2014, la Justicia penal le había dado la razón y ahora el Tribunal Fiscal no hizo lugar a la pretensión de una deuda de alrededor de 2 millones de pesos.