Rosario y los alrededores recibieron a este lunes 8 de febrero con una mañana muy agradable, casi parecida a la de un amanecer de otoño. El cielo estaba despejado, el termómetro marcaba unos 18 grados cuando eran las 6.30 y el viento soplaba suave del sur, a unos 11 kilómetros por hora.
La humedad estaba un tanto alta, 89 por ciento, y el Servicio Meteorológico NacionalN (SMN) indica que las nubes irán apareciendo con el correr de las horas e incluso menciona la posibilidad de lloviznas durante la tarde. La temperatura máxima, en tanto, se espera que ascienda hasta los 30 grados.
La entidad nacional también anticipó que por lo menos hasta el jueves Rosario enfrentará este panorama «de viento del este a sudeste, y las temperaturas no subirán tanto. Se mantendrán entre los 17 y 27 grados en los primeros días de la semana laboral con posibilidad de algún chaparrón aislado. El viernes habrá un ascenso y el panorama hacia el fin de semana se anticipa como muy inestable, sobre todo entre viernes y sábado podría haber tormentas un poco más fuertes. Es decir un fin de semana con tiempo inestable».
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