Faltaban unos minutos para las 23 cuando un Chevrolet Astra gris paró frente a una casa de Colón al 3800. Del aerodinámico auto, en el que viajaban dos personas, solo bajó el verdugo. Se paró frente a la puerta de ingreso y la partió en pedazos.
Sin mediar palabras el pistolero ingresó a la vivienda, desenfundó su arma y comenzó a disparar a mansalva. Los vecinos de la zona escucharon las explosiones y vieron los fogonazos que resaltaron con la oscuridad de la noche. También observaron salir del lugar, volver a su auto y huir al matador.
Los testigos llamaron a la Policía y a Sies, que fueron los primeros en llegar. Cuando los médicos pasaron por el marco de la puerta se encontraron con una escena dantesca: Fabricio H., de 38 años, Omar P., de 42, y Marcelo G., de 45 años, estaban tirados en el piso, sin signos vitales, cubiertos por un mar de sangre que crecía a medida que pasaban los segundos.
Según el parte oficial, las víctimas recibieron múltiples heridas de arma de fuego. En la escena del crimen empleados de Policía de Investigaciones secuestraron vainas calibre 9 milímetros.
Fuentes del caso señalaron que el agresor está identificado. A su vez aseguraron que los fallecidos contaban con antecedentes penales.
El esclarecimiento del caso quedó a cargo del fiscal de Homicidios Dolosos Luis Schiappa Pietra.