Durante a madrugada de este jueves la Policía intervino en un truculento hecho que tuvo lugar en la zona sudoeste. Faltaban unos minutos para las dos de la mañana, cuando un grupo de empleados de Comando Radioeléctrico fue enviado a una casa de Larrea al 4300, luego de que denunciaran que en el lugar había un hombre agrediendo a su pareja.
Al llegar al lugar notaron que había música sonando a todo volumen y vieron por una ventana como un grupo de niñas lloraban y pedían auxilio a gritos.
Ante esta situación los policías decidieron meterse en la casa por un pasillo lateral, para así intentar detener las agresiones. Tomaron el patio e ingresaron a la vivienda por una de las puertas traseras. En ese momento se encontraron al dueño de casa, totalmente alterado, con una barreta en la mano; por lo que lo redujeron, a punta de pistola.
Con el agresor inmovilizado, de unos de los cuartos salió una mujer completamente ensangrentada, junto a sus cuatro hijos —un adolescente de 17 años y tres nenas de 10, 9, 7 años—.
La herida, de 42 años, les contó que su esposo —el hombre de la barreta— en medio de una discusión, le había dado varios cabezazos en el rostro. Ella cayó al piso y allí el hombre comenzó a patearla en diferentes sectores de su cuerpo. En medio de las agresiones su hijo la rescató y, junto a sus hermanas, se refugiaron en el cuarto en el cual estaban cuando llegaron los policías.
El agresor fue trasladado a la Comisaría 19ª, donde quedó detenido, a disposición de la Justicia. Podría ser imputado por el Ministerio Público de la Acusación en los próximos días.
La víctima fue trasladada en una ambulancia del Sies al Hospital Roque Sáenz Peña, donde recibió curaciones por un traumatismo facial.