El represor Eduardo «Tucu» Costanzo, condenado a cadena perpetua por cometer delitos de lesa humanidad en la última dictadura cívico militar, fue fotografiado haciendo compras en las calles de la ciudad de Rosario. La denuncia se dio a conocer a pocas horas de conmemorarse un nuevo aniversario del golpe de estado del 24 de marzo de 1976.
La denuncia fue hecha por Alicia Bernal, querellante en la causa La Calamita por la desaparición de su padre. A través de un comunicado de prensa, la Comisión Antirrepresiva por los Derechos Humanos (CADDHH) y la Unidad Antirrepresiva por los DDHH (UADH), revelaron que el represor “se pasea libremente, violando lo que en los papeles figura como prisión domiciliaria”.
Bajo la consigna “Perpetua y efectiva para los genocidas”, se indica que «se ha presentado en el Tribunal Oral Federal Nº 1 (TOF1)la denuncia debidamente documentada de la violación de las restricciones que se le imponen a los genocidas que gozan de prisión domiciliaria, por parte en este caso, de Eduardo Rodolfo Tucu Costanzo”.
La denuncia fue acompañada de una foto que demuestra “cómo un individuo varias veces condenado se desplaza con una pasmosa impunidad por las calles rosarinas, o sea, que un criminal que participó del plan sistemático de exterminio, se mueve sin control alguno de quienes debieran asegurar que tal enorme burla a los compañeros caídos no se consume”.